jueves, 29 de noviembre de 2012

Calderón, bien en macro economía ¿y los desarrollos tecnológicos?


Colaboración invitada del Maestro Ildefonso Hernández Cervantes, inventor y conferencista.

Prácticamente es imposible dejar satisfechos a todos los ciudadanos, sobre todo a los tradicionalmente inconformes porque han estado dirigidos (manipulados diría yo) por la extrema izquierda, cuya especialidad es la confrontación y la violenci
a; aunque dicha izquierda pregone lo contrario. 

Es perfectamente claro que Calderón hizo un muy buen papel en general. La economía en su aspecto macro-económico nunca había estado tan bien como hoy; además de la buena administración lograda.
 
Sin embargo, lo que nunca ha pasado por la cabecita de ningún Presidente de la República, ni hoy ni en el pasado, es que si seguimos sin Generar Riqueza Mexicana Suficiente, y no se instaura algún plan concreto para Progresar, sólo en el discurso se abatirá la creciente pobreza que nos agobia a la mayoría de los mexicanos.
 
Rogar eternamente a países desarrollados que nos mantengan a través de ponernos aquí sus empresas transnacionales, en las cuales no intervenimos en su dirección y planes de desarrollo, no podrá hacernos progresar en cuestiones Científicas y Tecnológicas. Cuestiones Científicas y Tecnológicas que son claramente indispensables para hacernos, siquiera un poco independientes, y con suficiente fortaleza económica local como para pagar bien a nuestros empleados. 

La mentalidad del mexicano, especialmente la del político, no ha percibido, o no ha querido ni podido entender cuál es el camino hacia la muy ansiada e inevitablemente necesaria productividad local, la que sí abatiría, o disminuiría, la pobreza generalizada.
 

martes, 13 de noviembre de 2012

Una "izquierda" que vive de los pobres




Por Sergio Sarmiento

"Cualquiera que haya luchado con la pobreza sabe lo extraordinariamente caro que es ser pobre".

James Baldwin


Hubo un tiempo en que la izquierda buscaba combatir la pobreza. Consideraba que ser pobre era no sólo una humillación personal y familiar sino un desperdicio de potencial humano que podía resolverse con medidas que generaran inversión y empleo. Hoy, en cambio, grupos que se dicen de izquierda, que viven de subsidios gubernamentales y aportaciones de fundaciones internacionales, se empeñan en impedir la inversión y la generación de empleos. Necesitan que la gente siga sumida en la pobreza porque de otra forma ellos perderían sus ingresos. Los pobres son un recurso natural que estos grupos no quieren que se acabe.

Este domingo el llamado Frente en Defensa de Tepoztlán impidió que se llevara a cabo una consulta sobre la posibilidad de ampliar a cuatro carriles la carretera La Pera-Cuautla en Morelos. Los activistas sabían que perderían la consulta y por lo tanto destruyeron cuando menos nueve de las 20 casillas instaladas. La ampliación aumentaría la actividad turística en Tepoztlán y generaría empleos en la comunidad. Pero eso es inaceptable para estos grupos porque podría disminuir la pobreza.

En San Luis Potosí un grupo de organizaciones políticas nacionales e internacionales está buscando que se declare como área natural protegida una enorme zona de 140 mil hectáreas que se conoce como Wirikuta. La región ha sido minera desde hace siglos. En un punto de la región se encuentra un cerro de importancia religiosa para el pueblo wixárica (o huichol) que llega ahí en peregrinaciones procedente de Nayarit, donde radica. Pero la peregrinación está siendo usada como excusa para buscar prohibir la minería en toda la región. Esto implicaría la pérdida de miles de empleos y evitaría la creación de muchos más en proyectos que ya están listos, como el de la mina La Luz de Real de Catorce. Pero esto no le importa a estos grupos que necesitan que los pobres sigan siendo pobres para pedir dinero para ayudar a los pobres.

La educación pública es una de las llaves para que los pobres puedan escapar a la pobreza, pero para ello es importante que su nivel de calidad sea similar al de las escuelas privadas. Recientemente, sin embargo, unos estudiantes paralizaron las normales rurales de Michoacán en un intento por impedir que se les obligara a aprender inglés y computación. Como ellos darán clases después en las escuelas rurales, se asegurarán así que los niños de las comunidades más pobres tampoco los aprendan.

En la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, una institución que a juicio de la propia rectora, la doctora Esther Orozco, ha cometido un "fraude educativo" al dar una instrucción de nivel deficiente, un pequeño grupo de maestros y alumnos ha detenido las actividades de la institución por los esfuerzos por mejorar la calidad de instrucción. Dicen estos activistas que la UACM no debe preparar a graduados para las empresas sino ciudadanos críticos, que es otra forma de decir activistas políticos. Con esto, sin embargo, se cierra una opción educativa, subsidiada por el gobierno del Distrito Federal, que permitiría a gente de escasos recursos obtener un mejor nivel de vida.

No, definitivamente ésta no es la izquierda con la que yo me identifico. Creo en una izquierda comprometida con el combate a la pobreza, no en una izquierda que quiere mantener o ampliar el número de pobres para seguir recibiendo dinero del gobierno y de fundaciones internacionales.

 

sábado, 3 de noviembre de 2012

Legalizar la marihuana ¡ya!




6 de noviembre

Por Jaime Sánchez Susarrey

Mientras de este lado de la frontera se desmantela un plantío de 120 hectáreas en Baja California, del otro lado se calcula que la industria legal de cannabis produce 2 mil millones de dólares al año

El 6 de noviembre se juega en Estados Unidos algo más que la Presidencia de la República. En los estados de Oregón, Washington y Colorado se votará un referéndum para legalizar el consumo de la marihuana con fines recreativos.

Según algunas encuestas, es probable que en Washington y Colorado la mayoría vote a favor. En el caso de Colorado la marihuana ya está legalizada con fines medicinales y existe una fuerte red de productores y distribuidores de Cannabis.

En Denver, capital del estado, existen 204 dispensarios que superan en número a los establecimientos de Starbucks y McDonald's sumados. De ahí que el Medical Marijuana Industry Group tenga una fuerza considerable y se encuentre detrás de la campaña para la completa legalización.

Esta es la segunda ocasión, después de la iniciativa votada en California en 2010, en que los ciudadanos deberán pronunciarse por la legalización de la marihuana con fines recreativos.

Sobra señalar que la aprobación del referéndum constituiría un golpe radical contra la estrategia prohibicionista que defiende el gobierno federal.

Por eso un grupo de ex zares de la lucha antidrogas le están solicitando al presidente Obama y al procurador general, Eric Holder, que rompan su silencio y se manifiesten contra la legalización, como hicieron en 2010 con la P19 en California.

Según John Lawn, jefe de la DEA de 1985 a 1990, "estaríamos mostrando una falta de apoyo por el sacrificio en México, si no tomamos la posición que estamos tomando ahora".

Pero la realidad es que, incluso si la iniciativa es derrotada en Colorado y Washington, lo que ocurre en Estados Unidos es totalmente contradictorio. Se trata, para decirlo de algún modo, de un comportamiento desdoblado.

Porque mientras de este lado de la frontera se desmantela y quema un plantío de 120 hectáreas en Baja California, del otro lado se calcula que la industria legal de cannabis produce 2 mil millones de dólares al año. Y se estima que para 2016 podría alcanzar los 9 mil millones de dólares.

Pero, obviamente, la verdadera gravedad del asunto está en el costo en vidas humanas en lo que va del sexenio, que suma ya más de 50 mil víctimas.

Ese costo no es considerado por los estadounidenses por una simple y llana razón: ocurre del otro lado de la frontera sin que haya consecuencias políticas ni sociales en Estados Unidos.

Porque la experiencia histórica no miente. El fin de la prohibición del alcohol en los años treinta fue efecto de la espiral de violencia que generó y de la corrupción que llevó a ciudades, como Chicago, a convertirse en poderes fallidos.

A principios de los años setenta, se negoció la paz con los comunistas en Vietnam. Lo hizo un presidente republicano, después de haber emprendido una ofensiva sin precedente, porque los 56 mil soldados muertos en batalla se convirtieron en un costo social y político impagable.

El problema para México, Centroamérica y Colombia es que nuestros muertos no votan del otro lado de la frontera. Por eso nos miran con absoluta frialdad y lo mismo nos recetan un operativo encubierto, como Rápido y Furioso, que nos dan una palmadita y dicen que vamos por el buen camino.

La semana pasada, el subsecretario de Estado Adjunto para Asuntos Internacionales de Narcóticos de Estados Unidos, William Brownfield, hizo la siguiente afirmación: "Hace cuatro años comenzamos un esfuerzo multinacional en México... ¿Y qué vemos hoy? En mi opinión, estamos viendo el comienzo del fin de la decapitación de los cárteles y la reducción de su capacidad de operación".

En otras palabras, el funcionario considera que México ya está en una situación similar a la de Colombia, a principios de los años noventa, cuando la ofensiva contra los cárteles marcó un punto de inflexión que condujo a la victoria del Estado.

El optimismo del funcionario no tiene sustento alguno. Pero sería ingenuo suponer que semejante declaración es consecuencia de falta de información o de un hecho más simple: ver las cosas desde la apacible ciudad de Washington.

La declaración tiene, a todas luces, un objetivo político. Se trata de defender la estrategia que ha costado más de 50 mil víctimas y que no ha logrado desmantelar, ya no digo a todos los cárteles, sino al más peligroso de ellos, el de los Zetas.

A lo largo de estos seis años, la ofensiva del gobierno de Calderón ha dejado un conjunto de enseñanzas y ha tenido una serie de consecuencias que no se pueden soslayar.

La primera es que la detención o muerte de los capos no detiene la violencia, sino la exacerba. El caso ejemplar es el estado de Jalisco, donde la muerte de Nacho Coronel desató una batalla por la plaza que aún no termina.

La segunda es que a lo largo de estos años se registró un ascenso del cártel más violento y peligroso: los Zetas. La muerte de Heriberto Lazcano, lejos de anunciar el fin de ese cártel, marca la consolidación del liderazgo de los hermanos Treviño.

Pero regreso al principio. El objetivo de Brownfield, como el de los ex zares de la droga que exigen la condenación de la legalización en Colorado y Washington, es apuntalar la estrategia prohibicionista sin evaluar costos ni consecuencias.

Su urgencia deriva, además, de la preocupación por las voces que, dentro y fuera de Estados Unidos, llaman a revisar la estrategia y hacer una evaluación del desastre que ha sido la guerra contra las drogas a lo largo de estos 41 años.

Entre esos liderazgos están George P. Shultz, Paul Volcker, Cardoso, Gaviria, Zedillo, Fox y los presidentes en funciones Santos, Pérez Molina, Calderón y Mújica.

Así que ojalá los ciudadanos de Colorado y Washington den, el martes próximo, un tirón en la dirección correcta.