Había una vez un gatito
que sustituyó a su jefe
que quería el pobrecito
ser dizque presidente.
Cuando aquello no se le hizo
y organizó a sus hordas
lo dejó hacer lo que quiso
hasta le cerró Reforma.
Luego cuando en su partido
a elecciones convocaron
el gatito fue escogido
y su cochinero armaron.
Pero nada consiguieron
Y tras meses de peleas
El proceso cancelaron
Y bailó con la más fea.
Pero ahora ya se apresta
a marcar las prioridades
y nos dice que la encuesta
más que la rivalidades
debe ser siempre antepuesta
le deseo felicidades.
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