Arranca 2009.

Con un proceso electoral dentro de seis meses en que se renovarán las quinientas diputaciones del congreso federal, seis gubernaturas y las dieciseis delegaciones en el DF ¿cuál es el panorama para los partidos políticos?; un PAN debilitado que no ha logrado ganar elecciones en los procesos recientes y que para colmo ve venir con toda su fuerza de regreso y desde "El Yunque" a un Manuel Espino que de ninguna manera es adicto al presidente Calderón; un PRD que desde su dirigencia trata de recuperarse de los altos costos resultado del "legítimo" quien probablemente no tarde en abandonar ese partido; un PRI en franca recuperación y que podría capitalizar electoralmente la descepción panista y el hartazgo perredista en la ciudadanía; PT y Convergencia que le apuestan a ser la plataforma política de un López Obrador que todavía va a dar mucha guerra y que se aferran a utilizar electoralmente las siglas del FAP, cosa que no se va a poder. De los chiquillos que nos quedan ni hablar, lo más probable es que pierdan su registro. Ya veremos.