Injusticia incendiaria.

El pasado domingo poco después del mediodía se generó un incendio en dos naves industriales propiedad de la empresa "Waldos" en el municipio de Tultitlán del estado de México donde perdió la vida Angela de Jesús Mendoza, bombera (¿o bombero?) de veinticuatro años de edad y madre de un pequeño de seis años. Angela percibía un sueldo mensual de cuatro mil quinientos pesos, no contaba con seguro de vida y según reportes surgidos a raíz del siniestro, la falta de equipo adecuado contribuyó a su muerte. Mientras diversas organizaciones buscan infructuosamente documentar cuánto se gasta Enrique Peña Nieto en promoción televisiva y mientras atestiguamos el insultante dispendio que los legisladores a nivel federal ejercen sin ningún pudor en comidas, lujos y toda suerte de obcenos excesos, una joven mujer, miserablemente remunerada y sin seguro ante una actividad donde cotidianamente arriesgaba su vida, la pierde y el estado sólo es capaz de entregarle a su inconsolable madre, la bandera que cubrió su féretro. México mágico.