jueves, 4 de marzo de 2010

COLUMNA INVITADA

Por el Periodista Sergio Sarmiento
publicada por el periódico "Reforma"

En los Estados Unidos Mexicanos [...] queda prohibida toda discriminación".
Artículo primero constitucional


A partir de hoy será posible que las personas del mismo sexo contraigan matrimonio en el Distrito Federal. Es un tema controvertido y en buena medida impopular. Cada vez que lo toco recibo cuestionamientos que se vuelven insultantes, cosa que en general no ocurre con otros asuntos.

Los gobiernos panistas han hecho todo lo que han podido para invalidar la ley que permitirá estos matrimonios. El federal interpuso, a través de la Procuraduría General de la República, una controversia constitucional ante la Suprema Corte de Justicia argumentando que la Constitución define el matrimonio como una unión entre hombre y mujer. Seis estados gobernados por el PAN promovieron también controversias con el razonamiento de que estos matrimonios afectaban sus prerrogativas ya que estarían obligados a reconocer como válidas uniones que en sus propias entidades no se permiten.

La Suprema Corte de Justicia ha desechado como notoriamente improcedentes las controversias de los estados. La de la PGR sigue su curso, pero debido a que no hay ninguna moción suspensiva los matrimonios entre personas del mismo sexo serán válidos en el Distrito Federal a partir de hoy.

El mundo no se acabará porque se formalicen estas uniones. La enorme mayoría de las parejas del mismo sexo que contraerán matrimonio llevan ya mucho tiempo viviendo juntos. La única diferencia será que tendrán un documento que les dé mayor estabilidad en sus uniones, que permita la transmisión de derechos sociales o de pensiones y que facilite que los miembros de la pareja se hereden bienes mutuamente. La enorme mayoría de los homosexuales del país, sin embargo, no está interesada en contraer matrimonio.

En lo que concierne a la adopción no hay, pese a lo que piensa mucha gente, un cambio significativo en la situación jurídica. En este momento la ley mexicana no limita el derecho a la adopción de las personas por su preferencia sexual. Y en nuestro sistema jurídico, lo que no está prohibido está permitido.

El artículo primero de la Constitución, de hecho, establece en su redacción actual la posibilidad del matrimonio entre personas del mismo sexo al señalar que en México "queda prohibida toda discriminación", incluso la que se genera por razón de "las preferencias [...] o cualquier otra que atente contra la dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y libertades de las personas". La libertad de escoger a la persona con la que uno puede contraer matrimonio es quizá una de las más fundamentales que pueda haber.

La PGR sostiene que el artículo cuarto constitucional protege la familia y, por lo tanto, el matrimonio exclusivo entre hombres y mujeres. Pero lo único que dice ese artículo es que "la ley [...] protegerá la organización y el desarrollo de la familia". No entiendo el argumento de que para proteger a la familia haya que prohibir las familias de parejas del mismo sexo.

La nueva ley capitalina no obliga a nadie a contraer matrimonio. Es simplemente un reconocimiento explícito de una de las libertades fundamentales que garantiza la Constitución. Uno puede entender que una iglesia considere inaceptables estos matrimonios, aunque sea la iglesia que durante tantos años defendió al padre Marcial Maciel e impidió a las víctimas de sus abusos procurar justicia. Pero un Estado laico no tiene por qué ceder ante estas posiciones religiosas o prejuicios.

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