miércoles, 1 de diciembre de 2010

Corazón de roca


Onésimo Cepeda, empresario del negocio de la fe, hedonista, sibarita, aficionado a la buena mesa y al buen vino, amigo de hombres del poder y del dinero, sufrió un infarto el pasado dieciocho de noviembre que lo llevó al hospital lo que originó que fuera intervenido quirúrgica mente, a decir de sus voceros. Casualmente, el lunes veintidós vencería el amparo tramitado a su favor y era inminente una orden de aprehensión en su contra por parte de la PGJDF. Al parecer simuló un préstamo por ciento treinta millones de dólares a favor de Olga Azcárraga de quien era confesor, propietaria de una importante colección de arte. A la muerte de Azcárraga pretendió quedarse con la colección alegando el incumplimiento del pago del préstamo. Peritajes han determinado que el pagaré es falso. Aun siendo auténtico, ¿de dónde un "humilde" sacedote tiene ciento treinta millones de dólares en efectivo para prestar?. Un infarto es cosa seria...o debería serlo. Apenas el jueves veinticinco ya estaba brindando con tequila y comiendo carnitas y chicharrón en el Restaurante Arroyo. No cabe duda, Onésimo posee un corazón de roca.

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