Ya rodó la cabeza del delegado Chíguil que tanto se aferraba al hueso al grado de acarrear bejaranistas-padiernistas para que le echaran porras. A estas alturas hay dos cosas que son evidentes: los causantes de la tragedia del viernes veinte fueron las propias autoridades por su criminal ineptitud y prepotencia, y, la estrategia es culpar a quien sea, al dueño del antro, al bárman, a los padres de familia o hasta a los propios jóvenes agredidos. ¿Cuánto tiempo durará Ortega en su puesto? lo que el cálculo político de su jefe determine, si la cabeza del delegado no es suficiente se va Ortega para salvar a Ebrad. Ah, y que no nos extrañe si de pronto, y pronto, aparece una cortina de humo que involucre al News Divine y distraiga la atención.
jueves, 26 de junio de 2008
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2 comentarios:
Yuts, daw palagpat imo blog.
Yo digo que hagan una consulta ciudadana para ver si deben destituír a Marcelo Ebrad.. ¿no que sí escuchan al pueblo?
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