Se ha desatado la polémica ante la iniciativa perredista en la Asamblea Legislativa en el D.F. de despenalizar el tráfico y consumo de marihuana. Siempre que se plantea la despenalización de las drogas se escuchan las voces de quienes señalan lo dañino de su consumo. Evidentemente la despenalización no abatirá el consumo pero sí acabará con las mafias del narcotráfico al desaparecer el jugosísimo incentivo económico que ofrece esa actividad. Al día de hoy los inmensos recursos tanto humanos como económicos que se emplean para combatir a las mafias han sido insuficientes y se han perdido miles de vidas en esta guerra desigual, más que las vidas que ha cobrado directamente el consumo de drogas. Tarde o temprano el mundo entenderá y aceptará que la despenalización de las drogas será el único camino posible y habrá que canalizar los recursos a promover intensas y profusas campañas difundiendo el daño que producen su consumo a la salud para desalentar su uso. No hay de otra.
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