Ya lo sabíamos.

No obstante que la "reforma" a Pemex se convirtió en un engendro inútil que en nada va a beneficiar a la paraestatal en un afán de los legisladores por evitar problemas con el resentido excandidato presidencial del PRD, éste, en su reunión de ayer por la noche en el Hemiciclo a Juárez instrumentó al vapor una encuesta con poco más de cien urnas para que sus seguidores "votaran" a favor o en contra de iniciar las movilizaciones que el desquiciado sujeto llama "resistencia civil pacífica". Mueve a risa que López pidió a sus seguidores aceptar el resultado sea cual sea, como si la recua de analfabetas que le siguen fueran a votar por algo distinto a lo que su gurú les diga y como si él estuviera predicando con el ejemplo. Ya lo sabíamos, a este orate no le interesa Pemex, ni la reforma, ni su partido ni el país, lo único que le interesa es su agenda política y sus mezquinas ambiciones.