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martes, 26 de agosto de 2014

Les Luthiers

jueves, 22 de mayo de 2014

¿AMLO en 2018?

COLUMNA DE JORGE G CASTAÑEDA PUBLICADA POR EL PERIÓDICO REFORMA Como ya se ha dicho por varios comentaristas, este viernes el INEGI dará a conocer los datos de crecimiento del PIB del primer semestre de este año. No tengo una idea muy clara si más adelante entregará cifras revisadas, como sucede, por ejemplo, en Estados Unidos, o si éstas ya son definitivas, y si lo fueron las de 2013, divulgadas hace un par de meses. La comentocracia económica y financiera supone, sin duda con razón, que poco después, quizás el mismo día, la Secretaría de Hacienda revisará hacia la baja su estimación de crecimiento económico para todo el año, probablemente del 3.9% actual al 3% a secas. Por estos datos y algunos de los que ya disponemos para abril (por ejemplo, las ventas de ANTAD), podremos formarnos una idea más o menos robusta del desempeño económico nacional en 2014. Dicen que dicen las autoridades del INEGI, de Hacienda, de Banco de México, en privado, que se darían por bien servidos si el crecimiento de este año alcanza al 2%. Una cosa es que lo confiesen ahora y otra es que vayan soltando la revisión hacia la baja a cuentagotas, como lo hicieron el año pasado. Sin embargo, el método no alterará el resultado final: entre 2 y 2.5%. Si nos referimos entonces al primer tercio del sexenio de Enrique Peña Nieto, el PIB habrá crecido un poco menos de 2% anual, es decir, un comportamiento ligeramente inferior al promedio de los últimos 25 años. El gobierno podrá argumentar, también con algo de razón, que estos resultados son inerciales, esto es, antes de que comiencen a sentirse los efectos de las llamadas reformas. De aprobarse todo lo que tiene que aprobarse y de la manera en que debe de aprobarse, este mismo año dichas reformas surtirán efecto ya para 2015, y sobre todo para el cuarto, quinto y sexto años del sexenio. De suerte que el promedio del crecimiento anual de EPN, en lugar de quedarse entre el 2 y 2.5%, se ubicará quizás entre 3.5 y 4%. Es una mejora escasamente espectacular, pero mejora al fin. Si todo sale bien. De no ser el caso, y si el crecimiento económico sólo reproduce el mediocre promedio del último cuarto de siglo, "Houston, we have a problem". La sociedad mexicana le habrá dado democráticamente una oportunidad al PRI tecnocrático con Zedillo, a dos gobiernos del PAN con Fox y Calderón y al PRI político con Peña Nieto, logrando todos ellos un desempeño económico apenas aceptable. Al acumularse los rezagos, los resentimientos, las decepciones y los abusos de los cuatro sexenios mencionados sería extraño que esa sociedad no se preguntara si ha llegado el momento de darle un chance al que falta: la izquierda. No tanto por el mérito intrínseco de su programa, o por los atributos de su candidato o candidata, sino simplemente por resignación o desesperación. En un país como los demás, esto no tendría absolutamente nada de malo: la alternancia en un sistema tripartita suele significar la llegada al poder algún día de cada uno de los tres partidos. El problema es que no es cualquier izquierda la que podría ganar en 2018. Yo le deseo una larga vida saludable a Andrés Manuel López Obrador, pero no deseo que sea candidato en 2018. No obstante, tengo la absoluta certeza de que, si su salud se lo permite, será nuevamente candidato, por tercera vez. Asimismo, tengo la absoluta certeza de que si contiende, será el único candidato de la izquierda; ningún otro enloquecerá al grado de dividir el voto del ex PRD y sus mini-aliados en dos, eligiendo a la mitad de los diputados y senadores del partido, y tal vez perdiendo el DF. Como el chantaje de AMLO no tiene límite, o él es el único candidato o hay dos. Entonces, efectivamente, el candidato de la izquierda unida de 2018 será AMLO. Y si no hay más que cinco años de magra expansión económica, podrá ganar la elección. Me temo que esto es lo que puede suceder, y que al país no le va a ir mejor, sino probablemente peor que con los cuatro sexenios ya transcurridos para entonces. jorgegcastaneda@gmail.com L

viernes, 21 de marzo de 2014

"Conspiranoia"

Pobre conspiración Sergio Sarmiento 21 Mar. 14 "La falta absoluta de pruebas sólo demuestra que la conspiración está funcionando". Anónimo Aceptemos para no molestar que Luis Donaldo Colosio fue asesinado el 23 de marzo de 1994 por una conspiración "urdida desde las más altas cumbres del poder". Eso es, después de todo, lo que piensa la mayoría de la gente. Escoger Lomas Taurinas en Tijuana para el homicidio del candidato presidencial fue una decisión magistral. Se trata de una hondonada y, como el templete se ubicó en la parte más baja, un francotirador profesional habría podido matar a Colosio de un solo tiro desde la parte alta y huir de inmediato por el Boulevard Cuauhtémoc Norte sin que nadie lo encontrara jamás. Pero en lugar de contratar a un tirador profesional, los conspiradores optaron por un obrero de 23 años de una maquiladora, Mario Aburto Martínez, sin ninguna experiencia criminal, con estudios hasta la secundaria y que por su inestabilidad emocional duraba solamente unas cuantas semanas en cada empleo. Aburto no era precisamente bueno para guardar secretos. A una chica que pretendía, Alma Rosa Cruz Soto, le dijo que mataría al candidato. Lo escribió también en unos textos de desequilibrada redacción en un libro de actas que tenía guardado. No sólo seleccionaron los conspiradores a un matón improvisado sino que le pidieron que matara al candidato a corta distancia, a quemarropa, pese a que las posibilidades de que pudiera escapar eran virtualmente nulas. Los conspiradores estaban seguros que ni en 45 años de cárcel el asesino material los delataría. No paró ahí la tacañería. Para llevar a cabo el trabajo Aburto contó con una pistola usada, una Taurus calibre .38 especial, vendida originalmente en Estados Unidos en 1977, 17 años atrás. Después trató de obtener una mejor. Quiso comprarle una 9 milímetros a Marco Antonio Zamudio, pero no le alcanzó el dinero, ni siquiera cuando ofreció darle también la Taurus. El colmo es que los conspiradores sólo le dieron a Aburto cuatro balas, también viejas. ¿No les alcanzó el dinero para comprarle por lo menos seis balas nuevas y llenar el cargador? Las balas viejas fallan con más frecuencia que las nuevas por lo que la tacañería de los conspiradores ponía en peligro el proyecto. Pero con cuatro balas tuvo que ejecutar el encargo el joven trabajador. Sorprende más que Aburto se presentó a trabajar el mismo 23 de marzo, el día en que tenía que realizar lo que sería el encargo más importante de su vida. Sus compañeros de la planta de Audiomatic, una filial de Camero Magnéticos, han testificado que esa mañana Aburto cubrió su turno de manera normal. La tarjeta de asistencia registra que estuvo en la planta de las 5:54 de la mañana a las 13:59. A eso de las 10:30, a media jornada, le dijo en voz alta a su compañero Pedro Silva Solórzano: "¡Maestro, hoy es el día! ¡Hoy seré famoso!". Al salir, como no sabía dónde estaba Lomas Taurinas, tuvo que preguntar a sus compañeros. Se trasladó entonces al centro de la ciudad en el microbús de personal de la maquiladora y después a Lomas Taurinas en un autobús de transporte público. Yo sé que es políticamente incorrecto decir que Luis Donaldo Colosio, un hombre bueno e importante, pudo haber sido asesinado por un simple obrero de maquiladora. Quién soy yo para cuestionar los miles de artículos o las dos películas que nos han presentado tantas y tan distintas teorías de conspiraciones. De manera que aceptaré que hubo una conspiración urdida en las más altas esferas del poder. Pero qué conspiradores tan pobres... que ni para el taxi le pudieron dar a Aburto.