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martes, 26 de agosto de 2014

Les Luthiers

jueves, 22 de mayo de 2014

¿AMLO en 2018?

COLUMNA DE JORGE G CASTAÑEDA PUBLICADA POR EL PERIÓDICO REFORMA Como ya se ha dicho por varios comentaristas, este viernes el INEGI dará a conocer los datos de crecimiento del PIB del primer semestre de este año. No tengo una idea muy clara si más adelante entregará cifras revisadas, como sucede, por ejemplo, en Estados Unidos, o si éstas ya son definitivas, y si lo fueron las de 2013, divulgadas hace un par de meses. La comentocracia económica y financiera supone, sin duda con razón, que poco después, quizás el mismo día, la Secretaría de Hacienda revisará hacia la baja su estimación de crecimiento económico para todo el año, probablemente del 3.9% actual al 3% a secas. Por estos datos y algunos de los que ya disponemos para abril (por ejemplo, las ventas de ANTAD), podremos formarnos una idea más o menos robusta del desempeño económico nacional en 2014. Dicen que dicen las autoridades del INEGI, de Hacienda, de Banco de México, en privado, que se darían por bien servidos si el crecimiento de este año alcanza al 2%. Una cosa es que lo confiesen ahora y otra es que vayan soltando la revisión hacia la baja a cuentagotas, como lo hicieron el año pasado. Sin embargo, el método no alterará el resultado final: entre 2 y 2.5%. Si nos referimos entonces al primer tercio del sexenio de Enrique Peña Nieto, el PIB habrá crecido un poco menos de 2% anual, es decir, un comportamiento ligeramente inferior al promedio de los últimos 25 años. El gobierno podrá argumentar, también con algo de razón, que estos resultados son inerciales, esto es, antes de que comiencen a sentirse los efectos de las llamadas reformas. De aprobarse todo lo que tiene que aprobarse y de la manera en que debe de aprobarse, este mismo año dichas reformas surtirán efecto ya para 2015, y sobre todo para el cuarto, quinto y sexto años del sexenio. De suerte que el promedio del crecimiento anual de EPN, en lugar de quedarse entre el 2 y 2.5%, se ubicará quizás entre 3.5 y 4%. Es una mejora escasamente espectacular, pero mejora al fin. Si todo sale bien. De no ser el caso, y si el crecimiento económico sólo reproduce el mediocre promedio del último cuarto de siglo, "Houston, we have a problem". La sociedad mexicana le habrá dado democráticamente una oportunidad al PRI tecnocrático con Zedillo, a dos gobiernos del PAN con Fox y Calderón y al PRI político con Peña Nieto, logrando todos ellos un desempeño económico apenas aceptable. Al acumularse los rezagos, los resentimientos, las decepciones y los abusos de los cuatro sexenios mencionados sería extraño que esa sociedad no se preguntara si ha llegado el momento de darle un chance al que falta: la izquierda. No tanto por el mérito intrínseco de su programa, o por los atributos de su candidato o candidata, sino simplemente por resignación o desesperación. En un país como los demás, esto no tendría absolutamente nada de malo: la alternancia en un sistema tripartita suele significar la llegada al poder algún día de cada uno de los tres partidos. El problema es que no es cualquier izquierda la que podría ganar en 2018. Yo le deseo una larga vida saludable a Andrés Manuel López Obrador, pero no deseo que sea candidato en 2018. No obstante, tengo la absoluta certeza de que, si su salud se lo permite, será nuevamente candidato, por tercera vez. Asimismo, tengo la absoluta certeza de que si contiende, será el único candidato de la izquierda; ningún otro enloquecerá al grado de dividir el voto del ex PRD y sus mini-aliados en dos, eligiendo a la mitad de los diputados y senadores del partido, y tal vez perdiendo el DF. Como el chantaje de AMLO no tiene límite, o él es el único candidato o hay dos. Entonces, efectivamente, el candidato de la izquierda unida de 2018 será AMLO. Y si no hay más que cinco años de magra expansión económica, podrá ganar la elección. Me temo que esto es lo que puede suceder, y que al país no le va a ir mejor, sino probablemente peor que con los cuatro sexenios ya transcurridos para entonces. jorgegcastaneda@gmail.com L

viernes, 21 de marzo de 2014

"Conspiranoia"

Pobre conspiración Sergio Sarmiento 21 Mar. 14 "La falta absoluta de pruebas sólo demuestra que la conspiración está funcionando". Anónimo Aceptemos para no molestar que Luis Donaldo Colosio fue asesinado el 23 de marzo de 1994 por una conspiración "urdida desde las más altas cumbres del poder". Eso es, después de todo, lo que piensa la mayoría de la gente. Escoger Lomas Taurinas en Tijuana para el homicidio del candidato presidencial fue una decisión magistral. Se trata de una hondonada y, como el templete se ubicó en la parte más baja, un francotirador profesional habría podido matar a Colosio de un solo tiro desde la parte alta y huir de inmediato por el Boulevard Cuauhtémoc Norte sin que nadie lo encontrara jamás. Pero en lugar de contratar a un tirador profesional, los conspiradores optaron por un obrero de 23 años de una maquiladora, Mario Aburto Martínez, sin ninguna experiencia criminal, con estudios hasta la secundaria y que por su inestabilidad emocional duraba solamente unas cuantas semanas en cada empleo. Aburto no era precisamente bueno para guardar secretos. A una chica que pretendía, Alma Rosa Cruz Soto, le dijo que mataría al candidato. Lo escribió también en unos textos de desequilibrada redacción en un libro de actas que tenía guardado. No sólo seleccionaron los conspiradores a un matón improvisado sino que le pidieron que matara al candidato a corta distancia, a quemarropa, pese a que las posibilidades de que pudiera escapar eran virtualmente nulas. Los conspiradores estaban seguros que ni en 45 años de cárcel el asesino material los delataría. No paró ahí la tacañería. Para llevar a cabo el trabajo Aburto contó con una pistola usada, una Taurus calibre .38 especial, vendida originalmente en Estados Unidos en 1977, 17 años atrás. Después trató de obtener una mejor. Quiso comprarle una 9 milímetros a Marco Antonio Zamudio, pero no le alcanzó el dinero, ni siquiera cuando ofreció darle también la Taurus. El colmo es que los conspiradores sólo le dieron a Aburto cuatro balas, también viejas. ¿No les alcanzó el dinero para comprarle por lo menos seis balas nuevas y llenar el cargador? Las balas viejas fallan con más frecuencia que las nuevas por lo que la tacañería de los conspiradores ponía en peligro el proyecto. Pero con cuatro balas tuvo que ejecutar el encargo el joven trabajador. Sorprende más que Aburto se presentó a trabajar el mismo 23 de marzo, el día en que tenía que realizar lo que sería el encargo más importante de su vida. Sus compañeros de la planta de Audiomatic, una filial de Camero Magnéticos, han testificado que esa mañana Aburto cubrió su turno de manera normal. La tarjeta de asistencia registra que estuvo en la planta de las 5:54 de la mañana a las 13:59. A eso de las 10:30, a media jornada, le dijo en voz alta a su compañero Pedro Silva Solórzano: "¡Maestro, hoy es el día! ¡Hoy seré famoso!". Al salir, como no sabía dónde estaba Lomas Taurinas, tuvo que preguntar a sus compañeros. Se trasladó entonces al centro de la ciudad en el microbús de personal de la maquiladora y después a Lomas Taurinas en un autobús de transporte público. Yo sé que es políticamente incorrecto decir que Luis Donaldo Colosio, un hombre bueno e importante, pudo haber sido asesinado por un simple obrero de maquiladora. Quién soy yo para cuestionar los miles de artículos o las dos películas que nos han presentado tantas y tan distintas teorías de conspiraciones. De manera que aceptaré que hubo una conspiración urdida en las más altas esferas del poder. Pero qué conspiradores tan pobres... que ni para el taxi le pudieron dar a Aburto.

martes, 10 de diciembre de 2013

El culto pagano al petróleo

Dogma del petróleo Por Sergio Sarmiento "Antes teníamos un monopolio en bancarrota. Hoy Petrobras es un orgullo de los brasileños". Luis Inácio Lula da Silva NUEVA YORK.- Mientras en el Senado mexicano se intercambian posiciones retóricas o los legisladores se mientan la madre, la producción mexicana de petróleo declina. En cambio en Estados Unidos, donde cada individuo es dueño del petróleo en su propiedad, la producción está aumentando al mayor ritmo del mundo. En México la producción de crudo ha pasado de 3.4 millones de barriles diarios en 2004 a 2.5 millones en 2013. En Estados Unidos, por primera vez en mucho tiempo, en octubre de 2013 la producción nacional, 7.7 millones de barriles diarios, fue superior a las importaciones, 7.6 millones. La Energy Information Administration (EIA) considera que en 2014 la producción estadounidense aumentará otro millón de barriles diarios. La bonanza petrolera estadounidense es consecuencia de una mayor producción de petróleo de formaciones de lutita o esquistos, shale oil, como se llama en inglés. La extracción se realiza con un proceso llamado fractura hidráulica, fracking, que implica inyectar grandes cantidades de agua y químicos a estas formaciones minerales. En la Unión Americana la gran flexibilidad para invertir e innovar ha permitido extraer no sólo petróleo sino también gas de lutitas. En México los yacimientos de estas formaciones ni siquiera han empezado a ser explotados. Los estadounidenses obtienen mayores beneficios de la explotación privada de hidrocarburos que nosotros del monopolio de Pemex. Las petroleras pagan impuestos. Las comunidades se benefician de la derrama económica. Las pérdidas, cuando las hay, no las pagan los contribuyentes. El sistema es competitivo y se ajusta según las condiciones de mercado. No enriquece ni a políticos ni a líderes sindicales. Genera precios menores en los combustibles sin necesidad de subsidios. En México solamente se debaten los dogmas de una religión. La clase política le rinde un culto pagano al petróleo. Es más importante el control de un monopolio gubernamental que la inversión, la producción o el beneficio a los mexicanos. Nuestros políticos se niegan a aceptar que las limitaciones a la inversión son la razón fundamental por la que ha caído la producción de crudo y por la que nos vemos obligados a importar gasolina y gas natural. La propuesta de reforma en México es en realidad bastante modesta. No incluye concesiones que permitan a las empresas productoras registrar reservas en sus libros y obtener financiación para su explotación. Da poderes excesivos a Pemex, que sigue teniendo el control de todo el petróleo extraído. La reforma permitirá la operación de grandes petroleras, las que tienen capacidad para trabajar en aguas profundas, pero no de las pequeñas que se especializan en los yacimientos mucho más pequeños de lutitas. En todos los demás países vemos operaciones privadas en la industria petrolera. Incluso Venezuela y Argentina, con sus gobiernos populistas, o Cuba y Corea del norte, con sus sistemas comunistas, aceptan la inversión privada en petróleo. La paraestatal brasileña Petrobras pasó de ser un monopolio gubernamental ineficiente y con pérdidas para convertirse, tras la apertura, en una empresa de clase mundial. Estados Unidos es actualmente el país con mayor crecimiento en producción. A pesar de que hace mucho tiempo que no tiene yacimientos fácilmente explotables, tiene la ventaja de una legislación abierta que promueve la inversión productiva. Mientras esto ocurra, los trabajadores mexicanos tendrán que seguir cruzando la frontera para trabajar en una industria petrolera dinámica porque en México un dogma ha reservado este campo a un monopolio gubernamental.

sábado, 31 de agosto de 2013

Propedéutica

COLUMNA PUBLICADA EN EL PERIÓDICO REFORMA Por Jaime Sánchez Susarrey La Ley de Servicio Profesional Docente fue, literalmente, un aperitivo. Si se diera marcha atrás en la reforma educativa, no serviría de nada. Todo se ha mezclado. La lucha es contra el "neoliberalismo" 1. No abras puertas falsas. Estamos en el peor de los mundos posibles. Se congeló la Ley de Servicio Profesional Docente pero las manifestaciones y los plantones, lejos de disminuir, se han multiplicado. La ciudad es tierra de nadie o, más bien, territorio de la CNTE. 2. La O por lo redondo. El gobierno federal no ha entendido nada. La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación no es una organización gremial con demandas particulares, sino un movimiento político "radical" con un objetivo específico: enfrentar al presidente de la República. 3. Cuídate de las relaciones peligrosas. Las relaciones de la CNTE con el PRD, en particular con López Obrador, son de vieja data. Pero además, la Coordinadora tiene vínculos con movimientos guerrilleros y algunos de sus miembros han participado en secuestros. 4. Cría cuervos y... Fundada en 1979, la CNTE ha practicado plantones, movilizaciones y chantajes con un éxito admirable. Oaxaca, Guerrero y Michoacán han sido sus laboratorios y territorios. Son, en el sentido literal de la palabra, maestros en la extorsión y la impunidad. 5. Un dej vu es un dej vu. Lo que ocurre hoy en la Ciudad de México es una reedición de lo sucedido en Oaxaca en 2006. La APPO -con el apoyo de la Sección 22- tomó la capital del estado durante meses. Mismo esquema y misma impunidad. No hubo entonces quien impusiera orden ni aplicara la ley. 6. Imposible no haberlos visto ni oído. Nadie puede, particularmente el gobierno federal, clamar sorpresa. 7. La ingenuidad es la madre de todas las derrotas. ¿Cede y vencerás? No, entre más les des, más exigirán. Sus primeras victorias: la congelación de la reforma educativa, la toma virtual del Congreso y el bloqueo del aeropuerto los han envalentonado. Con dos pequeñas cerezas: la suspensión de dos partidos de futbol muy esperados por la afición y el Informe Presidencial en vilo. Mejor, imposible. 8. Una espiral es una espiral: nada más, pero nada menos. Ahora marcharán contra la reforma energética, la reforma fiscal y contra el gobierno de la República. La Ley de Servicio Profesional Docente fue, literalmente, un aperitivo. Si se diera marcha atrás en la reforma educativa, no serviría de nada. Todo se ha mezclado. La lucha es contra el "neoliberalismo y las reformas estructurales". 9. Las llamadas a misa las oye quien quiere y quien no, pos no. Los llamados al diálogo son ridículos. Los "maestros" conocen y practican una sola dialéctica: el monólogo de la imposición y el chantaje. Su demanda era una: abrogar la reforma educativa; ahora son varias: las reformas estructurales no pasarán. Es todo o nada y háganle como quieran. 10. Síndrome del 68. El gobierno federal y Mancera confunden la aplicación de la ley con la represión. La cantinflesca expresión del procurador general de la República: los gobiernos fuertes son tolerantes, los débiles utilizan la fuerza, era casi insuperable. Pero el jefe de Gobierno de la Ciudad de México logró la hazaña al precisar que más vale el caos que la represión sangrienta. 11. Para Ripley. Tuvo que ser la Comisión Nacional de los Derechos Humanos la que les enmendara la plana a Murillo y Mancera: el uso de la fuerza es legítimo si se violan derechos de terceros, pero debe ejercerse bajo los principios de racionalidad, proporcionalidad y congruencia. Congruente con ese principio, Raúl Plascencia Villanueva abrió una investigación por la omisión del jefe de Gobierno de la Ciudad de México. 12. Dos más 2 son 4, no 8. ¿Si un puñado de manifestantes, que pueden llegar a los 100 mil, son capaces de paralizar la capital, obligar a los senadores y diputados a legislar a salto de mata, impedir que se apruebe una ley, bloquear el aeropuerto y cambiar la hora y la fecha del Informe Presidencial no hay nada qué hacer? ¿Ese arroz ya se coció? ¿El Estado mexicano es un tigre de papel? 13. Quién mató al comendador. La izquierda tiene, en todo este sainete, una responsabilidad mayor. Porque fue Jesús Zambrano quien ofició como abogado de la CNTE, en el Pacto por México, para que la ley de Servicio Profesional Docente no se aprobara en el periodo extraordinario. La convicción reformista contra "los poderes fácticos" del PRD duró tanto como la protección y connivencia con sus aliados impresentables. Desde entonces, el presidente nacional del PRD no se ha cansado de llamar al diálogo. 14. Una alianza con el diablo bien vale dos misas. Las razones de los perredistas son varias: sus compromisos y vasos comunicantes con la CNTE vienen de larga data. No pueden ni quieren renunciar a ellos. Por eso amagaron con salirse del Pacto por México si la ley en cuestión se aprobaba. 15. El futuro está al alcance de la mano. Las corrientes "moderadas" del PRD ven mucho más allá del corto plazo. Saben que se avecina la madre de todas las batallas: la reforma energética. Y en esa partitura todos tocan una sola nota y cantan a una sola voz: no a la privatización. Por eso no quieren desentonar ni perder un aliado capital: los "maestros" movilizados en contra del gobierno federal. 16. No toques en las lápidas. El primero en despertarlo fue el gobierno de la República al invocar su bendición. Cuauhtémoc Cárdenas deshizo el hechizo de un soplido y ya llamó a movilizarse contra la privatización de Pemex; sabe, como el resto de la izquierda, que la CNTE es un contingente invaluable en esa contienda. 17. Pregunta y entenderás. ¿Qué queda del Pacto por México? Nada, es un cascaron vacío, pero puede servir para darle cristiana sepultura a las reformas educativa y energética. 18. Los pecados por omisión también pueden ser mortales. EPN se está, literalmente, jugando todo su sexenio en las semanas que vienen. Y en prenda van el país y el Estado.

martes, 25 de junio de 2013

Por qué sí permitir la inversión privada en Pemex

COLUMNA DEL PERIODISTA SERGIO SARMIENTO PUBLICADA HOY EN EL PERIÓDICO "REFORMA" "Privatizar. 1. tr. Transferir una empresa o actividad pública al sector privado". Diccionario de la Real Academia ¿Quieren privatizar Pemex? En el sentido estricto del término, esto es vender la paraestatal a empresarios privados, sería muy difícil. En contraste con el resto de las petroleras del mundo, que ganan y tienen mucho dinero, Pemex registró al cierre de 2012 un patrimonio negativo de 271,066 millones de pesos. Habría que pagar para que alguien se la quedara. ¿Es Pemex una empresa competitiva? No, no lo es. La paraestatal es excesivamente burocrática y tiene cuando menos el triple del personal que necesita. Exxon Mobil, que registró ventas por 467 mil millones de dólares en 2012, cuenta con 76,900 trabajadores. Pemex vendió 1.6 billones de pesos, o 126 mil millones de dólares, en 2012, pero tiene más de 150 mil empleados (la empresa no da cifras exactas). Pese a este exceso, la paraestatal prefiere subcontratar a empresas y personal externo, lo que le resulta más barato y le ofrece servicios de mejor calidad, aun cuando tenga que pagar desplazamiento al sindicato. ¿Pierde dinero Pemex? La paraestatal mexicana tuvo en 2012 un rendimiento neto positivo de 2,600 millones de pesos (200 millones de dólares) después de perder 107 mil millones en 2011 y otras fuertes cantidades en años anteriores (en contraste, Exxon Mobil registró utilidades netas por 44,800 millones de dólares en 2012). El bajo rendimiento de Pemex es en parte consecuencia de los altos impuestos y derechos que le cobra Hacienda: 902 mil millones de pesos, o 54.8 por ciento de sus ventas, en 2012. A pesar del rendimiento neto positivo, Pemex registró en 2012 una pérdida integral de 374 mil millones de pesos. ¿Es más rentable el negocio de la gasolina que el del crudo? No, todo lo contrario. El margen de utilidad del petróleo crudo es muy alto, pero el de gasolina es pequeño o negativo. Pemex Exploración y Producción tuvo un rendimiento neto positivo de 94 mil millones de pesos en 2012; Pemex Refinación perdió 102 mil millones de pesos. ¿Invierte poco Pemex? No, en 2012 invirtió 310 mil millones de pesos, 18.8 por ciento de sus ventas totales. No es una mala cifra, pero no le ha permitido revertir la caída de su producción. ¿Es Pemex una empresa sana? No, la empresa tiene una elevada deuda de 787 mil millones de pesos. A esto hay que añadir 220 mil millones de pesos de otros pasivos. La reserva para beneficios a empleados, que debe cubrir el pasivo de pensiones, asciende a 1.3 billones de pesos. ¿Qué ganaría Pemex con una apertura? Los inversionistas privados aportarían nuevas y más exitosas tecnologías y capital particularmente para las operaciones de aguas profundas y en campos de lutitas. Pemex podría concentrar su capital en los proyectos más rentables, ya sea sola o en coinversión. Las empresas privadas podrían invertir en los cientos o miles de pozos viejos cuya explotación no es rentable para Pemex pero sí para empresas pequeñas. La inversión privada es necesaria también para la construcción de ductos de gasolina y refinerías. ¿Cuántos países del mundo tienen monopolios como el de Pemex? Solamente Corea del norte. Tanto en Cuba como en Venezuela operan empresas privadas bajo régimen de concesión. En Arabia Saudita y en Kuwait las empresas estatales tienen coinversiones con firmas privadas. Statoil de Noruega y Petrobras de Brasil también permiten la inversión privada. En Estados Unidos y Canadá toda la inversión es privada. Los inversionistas pagan regalías a los gobiernos, que reciben dinero sin correr ningún riesgo de pérdidas. AMLO Dice AMLO que no se necesita una reforma de Pemex: basta con eliminar la corrupción. Combatir la corrupción es, por supuesto, indispensable. Pero la corrupción es en buena medida producto del carácter monopólico de la paraestatal.

lunes, 24 de junio de 2013

Dos visiones sobre un mismo tema: abrir o no Pemex a la inversión privada

Texto de Germán Martínez Casarez (a favor): Privatizar Pemex, ¿por qué no? Germán Martínez Cázares 24 Jun. 13 La derrota de una reforma a Pemex empieza por rendir y silenciar a las palabras que la definen. No es modernizar, no es fortalecer, no es ampliar su productividad, no es eficientar, ni mejorar su competitividad; no, no es ninguno de esos eufemismos; la reforma a Pemex, la que el país necesita, es privatizar una o varias actividades que hoy realiza el Estado; es decir, permitir que manos privadas hagan lo que la Constitución autoriza hacer, sólo y exclusivamente al sector público. Los anteriores intentos de reformar la Carta Magna mexicana en materia de hidrocarburos encallaron justamente por no resguardar esa palabra: "pri-va-ti-za-ción", expresión que la demagogia y el facilismo de la izquierda mexicana han conseguido ligar con "regalo" o "robo" del petróleo. Pero también esa voz no ha sido protegida por quienes, ahora, sostienen la utilidad pública de la inversión privada en Pemex (PRI); o peor, por quienes se espera de ellos, defiendan la propiedad privada (PAN). Las batallas políticas son más sencillas de ganar, cuando antes se ha triunfado en la batalla cultural, por eso no se pueden "regalar" a los adversarios ni las palabras definitorias de la reforma, ni tampoco las interpretaciones históricas. El trámite legislativo para permitir la entrada de capital privado en Pemex cabalgará contra el mito histórico de la "nacionalización petrolera" de 1938. El PRI pagará con sangre, sudor y lágrimas, haber elevado durante medio siglo a los altares al presidente Lázaro Cárdenas, arquetipo, tótem, paradigma, ejemplo y modelo del político mexicano. Ese "Presidente ejemplar", "padre bueno", "nacionalista inmaculado", "encarnación del bien nacional", y las miles de plazas y calles que llevan su nombre en todo el país, los textos escolares acríticos con su mandato, jugarán contra un Pemex libre y fuerte en el mercado. Por su parte el PAN, arrastrará la vergüenza de asociarse en las coaliciones electorales con el PRD, portavoz fiel de la ilusoria ecuación: Pemex nacionalizado igual a país soberano. La reforma a Pemex es gigantesca; es derrumbar esas estatuas abstractas de Lázaro Cárdenas que todavía tienen algunos mexicanos en sus cabezas (como vimos rodar las de Lenin después la era soviética). Semejante hazaña no merece rodeos retóricos para señalar abiertamente el fin de la reforma y admitir sin simulaciones que a Pemex le urge para mantener la riqueza nacional energética, el dinero privado. Hoy, impedir a inversionistas privados ayudar a Pemex a explotar nuestro petróleo equivale a amenazar literalmente la soberanía; es decir, sin recursos de la iniciativa privada, la capacidad de disfrute de las riquezas naturales del país será menor. No es un pecado defender la propiedad. Privatizar no es entregar gratuitamente, ni ofrendar sin costos ni gravámenes al capital privado la exploración, producción o refinación del petróleo; o abrir la oportunidad a explotar las reservas de roca lutita (shale gas). La propiedad es condición de prosperidad y elemento de responsabilidad en un mundo de riesgos y competencia. Propiedad, por tanto, equivale a independencia, quienes no quieren a Pemex privatizado en alguna de sus áreas, no lo entienden emancipado de la tutela burocrática-gubernamental que lo asfixia, y según muchos expertos, es ineficiente para aprovechar correctamente ese patrimonio nacional. Los bramidos antirreformadores de López Obrador ya se escucharon. Buscará resucitar y construir otra candidatura presidencial sobre las ruinas de Pemex. Acosará con la "maldita" palabra, "privatización", a la reforma, pero sin dar un dato, una cifra, una experiencia internacional que valide sus quimeras. El presidente Peña se juega su sexenio en esta carta. Un "pemexazo" donde naufrague la reforma, convertirá a su gobierno en caricatura. Empezó errático porque no era el tiempo (no hay iniciativa, ni el Congreso está sesionando), ni era el lugar (¿Londres?) para abrir el debate. Pero no valen los pretextos, el país no puede estar sometido la mentira de que privatizar es saquear. Privatizar es progresar desde la libertad. TEXTO de Marcelo Ebrard en contra: Marcelo Ebrard Casaubon: El debate indispensable con el Presidente Peña Colaborador Invitado 24 Jun. 13 Como muchos mexicanos, me he enterado de las declaraciones que ha hecho el presidente Peña Nieto en Londres, en el marco de la reunión de países del G8, en el sentido de que la reforma energética incluiría "cambios constitucionales necesarios para dar certidumbre a los inversionistas privados". Esto implica, sin duda, la reforma al artículo 27 de la Constitución. El ha expresado también que la necesidad para "liberalizar" el sector de gas y petróleo "ya ha sido acordado en el marco del Pacto por México". Sin embargo, en nuestro país y ante los mexicanos, el presidente no lo ha hecho. No se nos ha informado lo que ha dicho. No ha explicado aquí su proyecto. Todos debemos exigir que lo haga. Si ya decidió sobre el modelo a seguir respecto a los hidrocarburos, principal activo de México, debemos saberlo y debatirlo. La reforma energética es un asunto mayor y de gran trascendencia estratégica e histórica. La transformación de Pemex y el artículo 27 constitucional merecen un debate público, informado, serio y profundo en nuestro país. Por eso he invitado al presidente a un debate sobre el tema. ¿Pemex necesita un cambio? Claro, pero hay que preguntarnos qué tipo de cambio y por qué está Pemex así. Si se modifica el artículo 27 iríamos a un régimen parecido al de la minería -de inversión privada- en el que se aporta poco vía impuestos y se generan empleos mal pagados. Conminaría al Presidente Peña a revisar la iniciativa que presentó su propio partido recientemente respecto a la minería y su contribución al erario público. Se puede contrastar la situación actual en la que Pemex aporta el 70% de sus ingresos al erario, frente a la minería -en manos privadas- que aporta mucho menos. Ante la postura de Peña, hay que analizar qué privatizaciones fueron exitosas en México y cuáles no, ¿el que haya capital privado nos asegura que mejorará todo? Una de las razones que esgrimió Lázaro Cárdenas, al expropiar la industria petrolera en 1938, fue precisamente que las empresas privadas no provocaron mejoras extraordinarias, conocimientos, ni tecnología. ¿El mejor paradigma a seguir es el de la apertura total? Aunque países insignia como Brasil y Noruega tienen participación privada, mantienen una empresa pública con fuerte control en las decisiones. Arabia Saudita y Kuwait tienen mayor regulación. ¿Existen y puede haber compañías estatales eficaces, eficientes y económicamente productivas? La evidencia nos dice que sí. Pemex ha estado sometida a reglas fiscales que ninguna otra empresa pública o privada tiene. Es la 2a. empresa petrolera en el mundo con más utilidades, antes de impuestos, y sus ingresos van a parar a las arcas de Hacienda. En otras palabras, Pemex produce recursos que representan el 40% del ingreso público. ¿Queremos compartir la renta petrolera? No, porque sería el camino más costoso para conseguir recursos, pero Peña piensa que sí. Pemex podrá tomar sus propias decisiones de inversión, endeudamiento y administrarse como empresa con criterios de eficiencia, si proponemos cambios para incrementar su autonomía presupuestal y de gestión, será más ágil, transparente y le será más fácil sortear sus retos de desarrollo organizacional y humano. Más aún, si cambiamos, de una vez por todas, el régimen fiscal en México, para que quienes tienen más paguen proporcionalmente más, Pemex podría invertir lo necesario. Se estima en 150 mil millones de pesos la inversión imprescindible. Una reforma progresiva es lo que México necesita para poder liberalizar en verdad a Pemex. De lo que se trata entonces es de definir y decidir una dirección estratégica para Pemex, porque de hecho, va implícita la ruta y el destino que se quiera para México. Por ejemplo, ¿por qué no hemos invertido como país en nuestra industria naviera, si los recursos principales están en aguas profundas? ¿Es inevitable la inversión privada en exploración y producción en aguas profundas y en shale rock, y en refinación? ¿Por qué ceder parte importante de la renta petrolera a corporaciones privadas si el potencial en estos lugares es enorme? ¿Acaso no producimos ya en aguas someras y profundas? ¿Es posible potenciar la inversión pública, nuestras capacidades y tecnología? Yo opino que sí. Sorprende el argumento de Peña para sustentar el cambio constitucional: no tenemos recursos (discutible porque el precio del petróleo pasó de 8 dólares en 1997 a 100 dólares en 2013) y no tenemos, ni podremos tener, tecnología propia (aunque dos terceras partes de la producción de petróleo hoy es en aguas someras a 500 metros de profundidad). El presidente casi pide un acto de solidaridad al G8: ni tenemos ni podemos. Así pasaríamos de 1938 al 2013, de la dignidad a la conmiseración. La propuesta de Peña es un error estratégico. Urge debatirlo y urge evitarlo.

sábado, 8 de junio de 2013

Más allá de "Chungas" Fox tiene razón.

Fox tiene razón Jaime Sánchez Susarrey 8 Jun. 13 Fox no se equivoca. Las razones para legalizar (o regularizar) la producción, distribución y consumo de marihuana son de orden racional, pero también de simple sentido común El estilo y el tono no son nuevos. A muchos les molestan. Pero en 2000 fueron muy exitosos. Lo llevaron a Los Pinos. Nadie ha olvidado "el mariquita" y "mandilón" que le endilgó a Francisco Labastida durante la campaña por la Presidencia de la República. Ahora, Vicente Fox ha hecho una declaración que levantó ámpula. No sólo se pronunció por la legalización de la marihuana, sino a pregunta expresa: ¿usted le entraría a este negocio? Respondió: "Una vez que sea legítimo y legal, claro, soy agricultor, puedo hacerlo, sí; el día que sea legítimo y esté aprobado como una industria, productores de todo tipo pueden participar". Eso bastó para que López Obrador, el mocho mayor de "las izquierdas", como ahora se dice, condenara tajantemente al ex presidente: "Nunca había habido un presidente con tanto desparpajo y tan irresponsable como Fox, quien se dedica a promover la venta de marihuana". Más allá de las estridencias, que lo son porque irritan a las "buenas conciencias", como el "rayito de esperanza", Fox no se equivoca. Las razones para legalizar (o regularizar) la producción, distribución y consumo de marihuana son de orden racional, pero también de simple sentido común. Porque nadie, con tres dedos de frente, puede cerrar los ojos ante lo que está ocurriendo del otro lado de la frontera y, menos aún, negar el impacto que todo eso tendrá en México, América Latina y el resto del mundo. La marihuana tiene un uso medicinal científicamente comprobado. Pero además, por si hiciera falta una prueba adicional, decenas de miles de estadounidenses la utilizan diariamente con ese propósito. Por eso en 18 estados de la Unión Americana, más el Distrito de Columbia, sede federal, donde se encuentra Washington, está legalizado su uso medicinal. Pero no sólo eso. Los estudios científicos más serios (notablemente el de Nutt, King y Phillips en Gran Bretaña), sobre los daños que ocasionan las diferentes drogas, muestran que la marihuana es mucho menos nociva que el alcohol y el tabaco. Las cifras hablan por sí mismas: según estimaciones de organizaciones de salud, mientras que por tabaquismo mueren 5 millones de personas y por alcohol 2 y medio millones anualmente en el mundo, por el consumo de marihuana no se registran decesos. De hecho, esos fueron, en parte, los argumentos que se esgrimieron en los estados de Colorado y Washington para abogar por la legalización de la marihuana con fines recreativos. Vale, por lo mismo reiterar, que más allá del impacto real que tendrá en México la legalización de la marihuana con fines recreativos o medicinales, los argumentos y los hechos que respaldan esa propuesta, ya en marcha, son racionales y tienen fundamento científico. De lo que se puede concluir que el proceso de legalización de la marihuana en Estados Unidos con fines medicinales o recreativos seguirá su marcha inexorablemente. La pregunta, en consecuencia, no es si habrá o no más estados que se sumen a Colorado y Washington, sino cuántos y a qué velocidad. El propio gobierno de Obama ha adoptado una posición más que prudente ante este proceso. En diciembre del año pasado, a pregunta expresa de Barbara Walters sobre la legalización en Colorado y Washington, el presidente respondió que su gobierno tenía otras prioridades que perseguir a los consumidores en esos estados. Y más recientemente, William Brownfield, subsecretario de Estado para Asuntos Internacionales de Narcóticos, dijo que legalizar la cocaína, la heroína, la metanfetamina, y las drogas sintéticas constituiría cruzar una "línea roja" para Washington. Pero curiosamente, como lo advirtió Mark Kleiman, Brownfield dejó la marihuana de este lado de la "línea roja". Lo que es particularmente llamativo si se toma en cuenta que según la clasificación de la DEA (y la ONU) la marihuana está en el nivel peligrosidad 1, junto con la heroína. El giro y la prudencia de la Casa Blanca son fácilmente explicables. Aplicar la ley a rajatabla en 18 estados y Columbia para prohibir el uso de la marihuana con fines medicinales es imposible. Pero es igualmente complicado hacerlo en los estados de Colorado y Washington, dado el sistema federal estadounidense. A lo que hay que añadir un dato crucial. Según Gallup, el 52 por ciento de los estadounidenses está ya a favor de la legalización de la marihuana. Y ese porcentaje se acrecentará conforme pase el tiempo porque las generaciones más jóvenes reemplazarán a las más viejas. Por otra parte, en América Latina el movimiento a favor de la legalización de las drogas también avanza. Ahí está la reciente resolución de la OEA, que favorece la apertura de un debate sobre la estrategia prohibicionista, y el impulso que le han dado los presidentes Santos (Colombia), Pérez Molina (Guatemala) y Mújica (Uruguay). Al respecto, el dicho de Juan Manuel Santos sigue siendo preciso y puntual: cómo explicarle a un campesino que deberá ir a la cárcel por cultivar marihuana, si en Estados Unidos se está convirtiendo en una actividad legal. Ante este panorama, que es complejo pero muy claro en sus tendencias y consecuencias, el gobierno de México ha adoptado una posición obtusa y conservadora. Nadie esperaba que el nuevo secretario de Relaciones Exteriores se convirtiera en adalid de la legalización de la marihuana. El pragmatismo obliga. Pero tampoco era ni es necesario que se atrinchere en una posición conservadora, que desde el inicio condena la despenalización de las drogas. El alineamiento ciego con Estados Unidos no es la mejor receta. Y menos aún, cuando el fracaso del prohibicionismo es evidente y el mismo gobierno de Obama está adoptando una posición prudente y pragmática. Vicente Fox tiene razón. Es hora de abrir el debate y efectuar un giro. México y América Latina han pagado un precio demasiado alto por prácticamente nada.

jueves, 6 de junio de 2013

Acerca del inoperante "hoy no circula"

Texto del Profesor Héctor Riveros Investigador de la UNAM La Secretaría del Medio Ambiente SMA del GDF insiste en aplicar el Hoy No Circula HNC con el pretexto de frenar el crecimiento del parque vehicular en la Zona Metropolitana del Valle de México ZMVM. Se supone que el ser humano aprende de sus errores, pero la SMA no es humana. En 1989 cuando se aplicó el HNC toda la semana, se dijo que era para reducir la contaminación del aire. Aunque la SMA calculó reducciones en las emisiones, la contaminación en el aire se mantuvo igual antes y después de su implementación. Los cálculos de la SMA están equivocados por una razón muy simple, no toma en cuenta que las personas que deja sin coche no se quedan en su casa. Se olvida de sumar las emisiones causadas por el uso extra del transporte público que contamina más que los coches particulares. Los microbuses y taxis, medidos con sensor remoto por la SMA, contaminan varias veces más que los particulares. Si se quiere reducir la contaminación la medida más efectiva es obligar a estos transportes a emitir menos que los particulares. Para aplicar el HNC sabatino el GDF quiso aplicarlo a todos los vehículos y le pagó al Clean Air Institute CAI un estudio recomendando sacar a todos los coches de circulación. Ni el CAI ni el GDF se dieron cuenta que eso iba a incrementar la contaminación. En 1989 no había convertidores catalíticos, todos contaminaban parecido, pero sacar de circulación a coches mucho menos contaminantes que los públicos tenía que incrementar la contaminación. Gracias a que El Reforma hizo publica esta predicción, el HNC sabatino no se aplica a los coches nuevos. La predicción cambió a que no habría reducción en la contaminación. La SMA predijo una reducción en las emisiones 5 veces mayor que la predicción del CAI, a pesar de que eran mucho menos coches los sacados de circulación. Una vez más el aire no le hizo caso a la SMA y la contaminación no bajó los sábados. Ahora nos quieren vender la misma equivocación del HNC con el pretexto de evitar que crezca la flota vehicular. Exentar a los coches nuevos de los HNC es reconocer tácitamente la ineficacia del HNC, era corregir sin tener que reconocerlo. Es fácil predecir que si aplican el HNC a los coches nuevos se va a incrementar la contaminación; y se van a vender más autos para tener en casa dos vehículos, con al menos uno circulando. Nos esperan los peores embotellamientos en la ciudad, va a crecer más el parque vehicular. Frenar el crecimiento de la flota vehicular requiere la colaboración de los ciudadanos, tienen que convencernos de las ventajas de vivir cerca del trabajo, utilizar las escuelas cercanas y de que el transporte público es mejor. Pueden comenzar por comprar más trenes para el Metro, para reducir los empujones a las horas pico, más personas lo usarían.

martes, 4 de junio de 2013

¿Hoy no circula? Hoy no se piensa.

Sergio Sarmiento 4 Jun. 13 "El Hoy no Circula... fue contraproducente... porque aumentó el número de vehículos". Luis Donaldo Colosio, 1994 Uno podría pensar que los funcionarios públicos aprenderían de la experiencia, pero no en México. Lo anterior queda de manifiesto con la propuesta de la secretaria del Ambiente del Distrito Federal, Tanya Müller, para aplicar nuevamente el Hoy No Circula a los vehículos nuevos. El programa, que introdujo inicialmente Manuel Camacho Solís en 1989, disminuyó durante un tiempo la contaminación, en parte porque se mintió a los ciudadanos, a quienes se les dijo que sería temporal, y en parte porque se tomó desprevenida a la sociedad. Después de algún tiempo, sin embargo, los capitalinos asumieron la conducta lógica para defenderse de la autoridad y compraron y mantuvieron vehículos adicionales para transportarse cuando su auto principal no circulaba. Luis Donaldo Colosio, entonces candidato a la Presidencia de la República, reconoció el fracaso en una entrevista con José Gutiérrez Vivó el 9 de marzo de 1994. "Tenemos necesariamente que analizar y erradicar demagogias como, por ejemplo, en el Hoy No Circula, que fue contraproducente, a mi juicio, porque aumentó el número de vehículos circulando en la Ciudad de México, y esto todo el mundo lo sabe". Efectivamente, el Hoy no Circula se convirtió en un enorme incentivo para la adquisición de vehículos. Sus beneficios iniciales se borraron con rapidez. Mucho más ayudó a reducir la contaminación un programa posterior que exentaba a los vehículos con convertidores catalíticos. La propuesta de la secretaria Müller procede de una cultura autoritaria que considera que las mejores soluciones a los problemas sociales son las restricciones a los ciudadanos. El auto privado es un símbolo conspicuo de riqueza que debe castigarse. Quienes comparten esta visión no entienden que para cientos de miles que tienen que llegar a tiempo a sus trabajos, llevar a la escuela a sus hijos o hacer visitas a clientes, el auto es un indispensable instrumento de trabajo e incluso de supervivencia. No entienden tampoco que cientos de miles de personas de la tercera edad o discapacitados no pueden subirse a una bicicleta o a un microbús en marcha. El gobierno de la Ciudad de México ha dedicado una enorme cantidad de dinero para hacer obras para vehículos privados, muchas de las cuales han resultado contraproducentes. Ahí están como ejemplos el deprimido de Constituyentes o el distribuidor vial de Río Mixcoac, que en lugar de agilizar la circulación la han dificultado. El gobierno permite, además, manifestaciones y bloqueos de calles, paradas de microbuses en el arroyo, mercados sobre ruedas y demás formas cotidianas de bloquear el tránsito. Mejorar el transporte colectivo sería la forma lógica de convencer a una parte de la población de dejar voluntariamente el auto en casa. Ésta ha sido la manera en que muchas ciudades del mundo han resuelto sus problemas de tránsito y de contaminación. En la Ciudad de México, sin embargo, el transporte público es insuficiente, congestionado y peligroso. Mientras el gobierno ha gastado enormes cantidades de dinero en vialidades, y ha recurrido con imaginación al régimen de concesión para que empresas privadas hagan algunas de estas obras, ha mantenido políticas medievales para el transporte público que han reducido la calidad o han impedido que servicios como el del Metro, descapitalizado de manera sistemática, se extiendan a toda la ciudad. La prohibición a la circulación de autos nuevos una vez a la semana no tendrá hoy resultados distintos a los de hace 25 años. La Ciudad de México sufrirá un aumento del parque vehicular... y un mayor deterioro de su calidad. ·MENOS EMPLEOS Cada medida regulatoria como el Hoy No Circula que disminuye la competitividad de una entidad se traduce al final en pérdida de empleos. Los políticos tienen suerte de que los ciudadanos no se den cuenta de la prosperidad que les cuesta la falta de conocimiento económico de los políticos. Twitter: @segiosarmient4