En una embestida de la ultra derecha clerical y con el apoyo del PRI y el PAN diecisiete congresos del país endurecieron las penas ante la interrupción de un embarazo no deseado. Esta semana con la música de Martín Urieta.
viernes, 27 de noviembre de 2009
jueves, 26 de noviembre de 2009
Justicia para unas nalgas.
Texto sin autor identificado recibido por correo electrónico.
Recientemente a una roquera famosa (¡heeey, güeeeera!) la perjudicaron en codiciada parte de su anatomía. En México, solo tres leyes se cumplen cabalmente: la Ley de Herodes, la Ley del Embudo y la Ley de Gravedad. Pues bien, esta tercera ley había cumplido sus efectos, y el prominente trasero de la cantante mencionada empezaba a mirar al suelo... (¡hacer el amor, con oootro, no, no, noooo!).
Entonces la roquera acudió a una clínica en la que le inyectaron una substancia extraña, con la promesa de que aquella parte luciría “¡eternamente bella, bella, con un hechizo de gitana!”. El resto de la historia es bastante conocido: en lugar de erguirse orgulloso, aquello tomó la forma de un paisaje lunar. Ya no sólo el trasero, la vida misma de la cantante estuvo en serio peligro.
Entró en acción la justicia. Inmediatamente fue detenida la dueña de la clínica. Después de una intensa búsqueda, el doctor que practicó las inyecciones fue apresado. Luego fueron detenidos ocho empleados de la empresa productora de la substancia inyectada. El resultado del fallido levantamiento de nalgas: diez personas detenidas.
Puede hacerse ahora una amarga comparación: mientras las instituciones actúan para ofrecer justicia a dos nalgas heridas, los niños fallecidos y heridos por el incendio en la bodega ABC, sus abatidos padres, sus familias, todo Sonora entristecido, todo México consternado esperan justicia. Vale comparar los balances: por una parte dos nalgas heridas, diez reos; por la otra cuarenta y nueve niños fallecidos, una detenida (la infortunada empleada del IMSS cuya labor era revisar los menúes).
Este balance pone al descubierto una característica de las instituciones mexicanas: están diseñadas para cuidar a las personas VIP (very important people). A los ojos de los gobernantes (Calderón, Bours, Padrés, Gándara) los niños fallecidos o heridos y sus familiares fueron y son mexicanos "de segunda". Por ello el juez federal que atiende el caso fijó, para los dueños de la bodega-guardería, una fianza de dos mil pesos. $ 40.82 por niño. Cuarenta pesos por cada vida perdida.
Por eso Padrés se dio el lujo de ratificar a Abel Murrieta, el procurador de Bours. Por eso Calderón, en su reciente visita, ignoró a los padres de los niños fallecidos. Es que no se apellidan Gómez del Campo.
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miércoles, 25 de noviembre de 2009
A parir "a güevo".
La ONU a través de su fundación para la mujer ha puesto su atención en las retrógradas reformas aprobadas en diecisiete congresos locales con el apoyo del PRI y el PAN que endurecen las penas para las mujeres que frente a un embarazo no deseado lo interrumpan, en un impúdico y deleznable afán de congraciarse con el más recalcitrante conservadurismo de la ultraderecha clerical. Es inaudito que un partido con una mujer a la cabeza empuje una aberración tal. Es inaudito que argumenten que están a favor de la vida cuando en los hechos obligan a las mujeres más pobres que enfrentan un embarazo no deseado a recurrir al clandestinaje para interrumpirlo. Es inaudito que en pleno siglo XXI y a contracorriente de lo que ocurre en los países civilizados y aun a contracorriente de tratados firmados por México, que es un Estado laico, PRI y PAN impulsen el regreso de "leyes" propias de una teocracia fundamentalista.
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viernes, 20 de noviembre de 2009
Ay o...jeras qué gente alevosa
Nuestros flamantes "legisladrones" aprobaron un presupuesto de ingresos simplemente subiendo los impuestos y un presupuesto de egresos opaco y atendiendo a sus intereses políticos, para luego irse de "puentazo". Esta semana les ofrecemos: "Ay o...jeras qué gente alevosa."
martes, 17 de noviembre de 2009
La ultraderecha clerical en un Estado laico.
Texto publicado por el Periódico Reforma.
Parto o cárcel
Por Jesús Silva-Herzog Márquez
Con velocidad inaudita, prácticamente en silencio se han reformado un buen número de constituciones de los estados. Una curiosa sintonía ha puesto de acuerdo a las más diversas legislaturas. El matrimonio del PRI y del PAN ha acelerado los cambios. No se trata de reformas constitucionales para que los estados hagan frente a la crisis económica; no son transformaciones institucionales para rendir cuentas a la ciudadanía; no son cambios para agilizar los procesos penales, para transparentar el uso de recursos públicos o para profesionalizar los órganos representativos. Son cambios que dan forma de ley al dogma religioso. PAN y PRI aliados en la demolición del Estado laico. 17 constituciones locales han seguido el dictado de la Iglesia católica para incorporar a su texto la consigna eclesiástica de que la vida humana empieza desde el instante mismo de la concepción y considerar al cigoto -antes inclusive de su implantación en el endometrio- como un ser humano con plenos derechos.
Las apresuradas reformas tratan evidentemente de cerrarle el paso a la despenalización del aborto como se hizo en el Distrito Federal. Se trata de impedir que una simple mayoría pudiera eliminar el castigo a quien termina voluntariamente un embarazo. Resguardar la vida desde el momento de la concepción hasta la muerte tiene también por efecto cancelar la posibilidad de legislar en materia de eutanasia, asunto igualmente herético para los clérigos. Sacralizar la vida desde la fecundación hasta la muerte natural para arrancarle a los hombres el derecho de disponer de su cuerpo. No cuestiono que una agrupación religiosa considere que la vida no nos pertenece. Los hombres de fe pueden creer que nuestra vida es un préstamo de Dios y que no somos nadie para abreviar nuestro paso por el mundo. Pero un Estado laico no puede asumir esa interpretación del mundo para imponer a las mujeres el deber de aceptar los hijos que les caigan o para impedir que se auxilie a los sufrientes a bien morir.
El efecto de estas reformas en materia de aborto es gravísimo. No se trata solamente de impedir la despenalización sino de contrarreformas de consecuencias insospechadas. En los estados que han aprobado estos cambios, una mujer violada que resulte embarazada por la violenta invasión de su cuerpo no tendrá la opción de elegir si continúa o termina con el embarazo. Una mujer tampoco podrá decidir si sigue adelante con un embarazo que ponga en peligro su propia vida. El piadoso Estado le impone la obligación de parir. La irreflexión con la que se legisló es tal que México puede haberse convertido en el país donde existe la pena más cruenta contra quienes practican el aborto. Diego Valadés ha detectado el absurdo jurídico que se desprende de la conversión automática de una prédica religiosa en regla de derecho. Identificar la unión de dos células con la vida humana plena y equiparar el régimen de sus derechos es un absurdo monumental. Una mujer que por descuido ingiriera alimentos que provoquen la muerte del embrión deberá ser considerada homicida imprudencial. Si se provocara voluntariamente el aborto estaría cometiendo un homicidio con todos los agravantes imaginables y podría pasar 50 años en la cárcel. Pensemos, como sugiere Valadés, en los médicos que participan en procesos de fecundación in vitro. En el caso de que el manejo del material fecundado condujera a la muerte del cigoto, estaríamos igualmente en presencia de un asesinato, posiblemente de un asesinato múltiple. Se trata, pues, de monstruosas reformas apresuradas e irreflexivas que tienen como propósito congraciar a la clase política con la jerarquía católica.
Es entendible que las entidades de la República regulen de manera distinta el aborto. Ésa es una de las bondades del régimen federal: legislaciones a tono con el clima de la opinión local. No sería por eso extraño que en un país tan diverso existieran regulaciones distintas en esta materia tan polémica y tan compleja. Ése es precisamente el espacio que la Suprema Corte de Justicia abrió en esta materia: sean los estados quienes normen asunto tan delicado. Pero lo que hemos visto en semanas recientes no es el despliegue de la legítima autonomía local sino la imposición del dogma religioso sobre una clase política conservadora y oportunista. El conservadurismo religioso del PAN no es ninguna sorpresa. Lo es tal vez su incapacidad de vestir su fe con trajes seculares para redactar normas que no sean sólo compatibles con sus creencias sino propias de un Estado secular que no impone a todos el prejuicio de unos. Lo que resulta más aberrante es el oportunismo del PRI que difícilmente puede seguirse presentando como defensor del Estado laico después de esta abdicación. Con esta cascada de reformas, el PRI se ha convertido en la bisagra de la ultraderecha mexicana.
Parto o cárcel
Por Jesús Silva-Herzog Márquez
Con velocidad inaudita, prácticamente en silencio se han reformado un buen número de constituciones de los estados. Una curiosa sintonía ha puesto de acuerdo a las más diversas legislaturas. El matrimonio del PRI y del PAN ha acelerado los cambios. No se trata de reformas constitucionales para que los estados hagan frente a la crisis económica; no son transformaciones institucionales para rendir cuentas a la ciudadanía; no son cambios para agilizar los procesos penales, para transparentar el uso de recursos públicos o para profesionalizar los órganos representativos. Son cambios que dan forma de ley al dogma religioso. PAN y PRI aliados en la demolición del Estado laico. 17 constituciones locales han seguido el dictado de la Iglesia católica para incorporar a su texto la consigna eclesiástica de que la vida humana empieza desde el instante mismo de la concepción y considerar al cigoto -antes inclusive de su implantación en el endometrio- como un ser humano con plenos derechos.
Las apresuradas reformas tratan evidentemente de cerrarle el paso a la despenalización del aborto como se hizo en el Distrito Federal. Se trata de impedir que una simple mayoría pudiera eliminar el castigo a quien termina voluntariamente un embarazo. Resguardar la vida desde el momento de la concepción hasta la muerte tiene también por efecto cancelar la posibilidad de legislar en materia de eutanasia, asunto igualmente herético para los clérigos. Sacralizar la vida desde la fecundación hasta la muerte natural para arrancarle a los hombres el derecho de disponer de su cuerpo. No cuestiono que una agrupación religiosa considere que la vida no nos pertenece. Los hombres de fe pueden creer que nuestra vida es un préstamo de Dios y que no somos nadie para abreviar nuestro paso por el mundo. Pero un Estado laico no puede asumir esa interpretación del mundo para imponer a las mujeres el deber de aceptar los hijos que les caigan o para impedir que se auxilie a los sufrientes a bien morir.
El efecto de estas reformas en materia de aborto es gravísimo. No se trata solamente de impedir la despenalización sino de contrarreformas de consecuencias insospechadas. En los estados que han aprobado estos cambios, una mujer violada que resulte embarazada por la violenta invasión de su cuerpo no tendrá la opción de elegir si continúa o termina con el embarazo. Una mujer tampoco podrá decidir si sigue adelante con un embarazo que ponga en peligro su propia vida. El piadoso Estado le impone la obligación de parir. La irreflexión con la que se legisló es tal que México puede haberse convertido en el país donde existe la pena más cruenta contra quienes practican el aborto. Diego Valadés ha detectado el absurdo jurídico que se desprende de la conversión automática de una prédica religiosa en regla de derecho. Identificar la unión de dos células con la vida humana plena y equiparar el régimen de sus derechos es un absurdo monumental. Una mujer que por descuido ingiriera alimentos que provoquen la muerte del embrión deberá ser considerada homicida imprudencial. Si se provocara voluntariamente el aborto estaría cometiendo un homicidio con todos los agravantes imaginables y podría pasar 50 años en la cárcel. Pensemos, como sugiere Valadés, en los médicos que participan en procesos de fecundación in vitro. En el caso de que el manejo del material fecundado condujera a la muerte del cigoto, estaríamos igualmente en presencia de un asesinato, posiblemente de un asesinato múltiple. Se trata, pues, de monstruosas reformas apresuradas e irreflexivas que tienen como propósito congraciar a la clase política con la jerarquía católica.
Es entendible que las entidades de la República regulen de manera distinta el aborto. Ésa es una de las bondades del régimen federal: legislaciones a tono con el clima de la opinión local. No sería por eso extraño que en un país tan diverso existieran regulaciones distintas en esta materia tan polémica y tan compleja. Ése es precisamente el espacio que la Suprema Corte de Justicia abrió en esta materia: sean los estados quienes normen asunto tan delicado. Pero lo que hemos visto en semanas recientes no es el despliegue de la legítima autonomía local sino la imposición del dogma religioso sobre una clase política conservadora y oportunista. El conservadurismo religioso del PAN no es ninguna sorpresa. Lo es tal vez su incapacidad de vestir su fe con trajes seculares para redactar normas que no sean sólo compatibles con sus creencias sino propias de un Estado secular que no impone a todos el prejuicio de unos. Lo que resulta más aberrante es el oportunismo del PRI que difícilmente puede seguirse presentando como defensor del Estado laico después de esta abdicación. Con esta cascada de reformas, el PRI se ha convertido en la bisagra de la ultraderecha mexicana.
viernes, 13 de noviembre de 2009
El Puente que Era
El senado echó para atrás la propuesta generada en la cámara de diputados para que este año fueran festivos el 16 y 20 de noviembre, como si el país estuviera en condiciones de permitirse una semana de tres días laborables, esta semana y con un saludo a mis amigos los Chicanos les ofrecemos "El puente que era".
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miércoles, 11 de noviembre de 2009
Luz y Fuerza.
El día de hoy extrabajadores de Luz y Fuerza van a desquiciar la ciudad con numerosas marchas desde y hacia distintos puntos. Hay quien critica la forma en que se tomaron las instalaciones de LyF pero es obvio que no les iban a avisar. Por décadas como consumidores sufrimos de pésimo servicio además caro. Nadie en su sano juicio puede pretender que podría seguir siendo razonable inyectarle miles de millones de pesos a una empresa ineficaz y quebrada y a un sindicato voraz y chantajista. La extinción de LyF es irreversible por necesidad, ojalá lo entiendan de una vez.
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martes, 10 de noviembre de 2009
Respetar y hacer respetar la ley a través de la ley.
En el marco de la Cumbre de negocios que se lleva a cabo en Monterrey el presidente Calderón hizo la afirmación que titula este post en inequívoca alusión a las polémicas declaraciones que han ocupado la atención nacional por el alcalde de San Pedro Garza García Mauricio Fernández, y tiene razón. No podemos sucumbir a la tentación de la justicia por propia mano ni mucho menos pretender que sicarios o paramilitares al margen de la ley y del Estado garanticen la seguridad. Más antes que después como ha pasado en otros paises, esos grupos revierten contra quien los prohijó y contra la sociedad en general, la violencia que se pretendió erradicar.
viernes, 6 de noviembre de 2009
Y volver volver
Una vez inmortalizado en bronce, Juanito anuncia que regresará a gobernar Iztapalapa. Esto no se acaba hasta que se acaba. Esta semana les ofrecemos "Y volver volver".
martes, 3 de noviembre de 2009
Bodrio.
CARTÓN PUBLICADO POR RICTUS
Finalmente lo aprobado por diputados y senadores fue más de lo mismo. Un auténtico bodrio fiscal que ni va a solucionar los problemas de nuestra economía, ni ayudará a superar la crisis. El mismo recurso de siempre de incrementar los impuestos a la misma base tributaria. Un punto al IVA, dos al ISR y tres a telecomunicaciones excepto internet. Ah, pero para las grandes empresas se mantiene y aun se mejora el mecanismo de consolidación que les pemite evadir impuestos compensando utilidades con pérdidas y excención y diferimiento de pago a las empresas que incursionarán en telefonía celular como Televisa.
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