En la segunda parte de "El Quijote de la Mancha" de Cervantes, cuando ya Sancho Panza, el humilde escudero es gobernador de su ínsula, atiende audiencias y resuelve con sabiduría y justicia los casos que la gente le presenta. En uno de ellos una mujer atractiva y de carácter, acusa a un hombre de haberla mancillado, de haberla forzado sexualmente y exige la reparación del daño en términos económicos. Sancho gobernador, ante las reiteradas negativas del acusado sobre el hecho, lo condena a entregarle una importante suma de monedas a la "víctima" para inmediatamente después ordenarle al acusado que por la fuerza le quite la bolsa de monedas que le acababa de entregar. El acusado lo intenta pero la furiosa mujer se defiende con tal bravura que le resulta imposible, por lo que el juzgador concluye que la mujer miente, toda vez que nunca podría el pobre sujeto acusado haber abusado él solo de ella. El caso Kalimba hace levantar las cejas. Sin menospreciar a la posible víctima, ¿cómo un hombre joven no corpulento pudo someter y violar él solo a una adolescente sin que nadie en las habitaciones contiguas oyera nada, ni nadie reportara nada a recepción?. Sin descalificar de nuevo a la posible víctima, sus propias declaraciones establecen que ya se practicó un aborto, que es adicta a las drogas y que incluso llegó a prostituirse para comprarlas. Si hay delito que se castigue, pero primero que se demuestre fehaciente mente.
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1 comentario:
Me pareció interesante tu analogía, sin embargo, se remitido a opinar señalando de form vana, los argumentos que los medios de comunicación han manejado.En el caso Kalimaba, como bien usted debe saber, se cometió el delito de stupro, por ser la supuesta victima menor de edad.El acusado no ha negado este delito, solo el echo de no haber violado a la menor.Considero que su último argumento donde menciona una serie de acontecimientos atribuidos a la víctima, sin contar con dichas pruebas, aluciendo que por tener una moral muy baja...quizás está "Santa Palomita", pudiera estar mintiendo. No le demerita el derecho como mujer de decir NO, cuando se practique sexo no consensuado.Le comento todo esto porque soy una ciudadana de Chetumal, Quintana Roo, y ha sido lamentable que ver como se ha mercado con la trajedia de una joven de esta ciudad. El peritaje demostró abuso sexual en la victima, el procurador Alor Quezada intentó que los derechos de una jovencita fueran respetados y el circo mediatico se comió el caso. En Quintana Roo, existe una de las más grandes mafias de prostitución turistica del país, en donde están implicados todos los niveles de gobierno y sociedad del estado.Este caso solo vino a demostrar que la impunidad siempre está del lado de la mayoria, aunque no siempre jusgen con conocimiento de causa. Muy triste.
Cathy Roo
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