Mucho ha dado de qué hablar el derribo de la estatua de Vicente Fox que, aún mutilada por el golpe fue develada el pasado domingo en el municipio de Boca del Río en Veracruz. Por un lado hemos de decir que el priismo ha inundado a lo largo y ancho de nuestro país con estatuas, monumentos y calles en honor de sus muy dudosos próceres. Por el otro, no podía haber momento más inoportuno para homenajear en bronce a un expresidente cuestionado por su fortuna e hiperactivo en presencias y declaraciones al grado de que ya hasta lo mandaron callar.
martes, 16 de octubre de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario