Gerardo Fernández Noroña ya es diputado federal por el Partido del Trabajo. Ayer, en la sesión inaugural de la sexagésima primera legislatura exigió el uso de la palabra al presidente de la Cámara Ramírez Acuña pues quería aducir que de acuerdo al artículo 69 constitucional el presidente debía hacerse presente para entregar su informe. Acto seguido entregó un escrito al secretario de Gobernación pidiendo la renuncia del presidente Calderón. De sobra conocemos los folclóricos desplantes de este sujeto que ahora además cuenta con fuero pero lo que resulta inexplicable es que sea el secretario de la comisión de orden, sí, de orden en la Cámara. Aunque Ripley no lo crea.
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