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martes, 20 de octubre de 2009

Emilio Álvarez Icaza


Con una notable aprobación a su gestión como Ombudsman en el Distrito Federal, Emilio Álvarez Icaza aspira ahora a encabezar la Comisión Nacional de Derechos Humanos. En la pasarela de aspirantes le tocó en turno comparecer ante los diputados el día de ayer. Según nota de "El Universal", la Iglesia Católica descalifica su candidatura ante el apoyo que brindó para la despenalización de la interrupción de un embarazo no deseado. Textualmente, el vocero de la arquidiócesis lo llama "proabortista" como si alguien en su sano juicio promoviera, recomendara o impulsara la interrupción de un embarazo. Alguien dijo que el mundo es como es y no como queremos que sea. Ojalá no hubiera embarazos no deseados, de la misma manera en que ojalá no hubiera abusos sexuales contra menores, pero la realidad nos echa en cara los cientos de miles de mujeres que mueren cada año por practicarse la interrupción de un embarazo clandestinamente. No se trata de que la interrupción del embarazo sea una medida de control natal; no se trata de que en automático cuando una mujer se enfrenta a un embarazo no deseado lo interrumpa, sino de que pueda decidir si sigue adelante con él o no. El punto nodal de este polémico asunto es que no se acaba de entender que es simplemente absurdo pretender obligar a una mujer a seguir adelante con un embarazo no deseado, NO DESEADO.






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