martes, 13 de noviembre de 2012
Una "izquierda" que vive de los pobres
Por Sergio Sarmiento
"Cualquiera que haya luchado con la pobreza sabe lo extraordinariamente caro que es ser pobre".
James Baldwin
Hubo un tiempo en que la izquierda buscaba combatir la pobreza. Consideraba que ser pobre era no sólo una humillación personal y familiar sino un desperdicio de potencial humano que podía resolverse con medidas que generaran inversión y empleo. Hoy, en cambio, grupos que se dicen de izquierda, que viven de subsidios gubernamentales y aportaciones de fundaciones internacionales, se empeñan en impedir la inversión y la generación de empleos. Necesitan que la gente siga sumida en la pobreza porque de otra forma ellos perderían sus ingresos. Los pobres son un recurso natural que estos grupos no quieren que se acabe.
Este domingo el llamado Frente en Defensa de Tepoztlán impidió que se llevara a cabo una consulta sobre la posibilidad de ampliar a cuatro carriles la carretera La Pera-Cuautla en Morelos. Los activistas sabían que perderían la consulta y por lo tanto destruyeron cuando menos nueve de las 20 casillas instaladas. La ampliación aumentaría la actividad turística en Tepoztlán y generaría empleos en la comunidad. Pero eso es inaceptable para estos grupos porque podría disminuir la pobreza.
En San Luis Potosí un grupo de organizaciones políticas nacionales e internacionales está buscando que se declare como área natural protegida una enorme zona de 140 mil hectáreas que se conoce como Wirikuta. La región ha sido minera desde hace siglos. En un punto de la región se encuentra un cerro de importancia religiosa para el pueblo wixárica (o huichol) que llega ahí en peregrinaciones procedente de Nayarit, donde radica. Pero la peregrinación está siendo usada como excusa para buscar prohibir la minería en toda la región. Esto implicaría la pérdida de miles de empleos y evitaría la creación de muchos más en proyectos que ya están listos, como el de la mina La Luz de Real de Catorce. Pero esto no le importa a estos grupos que necesitan que los pobres sigan siendo pobres para pedir dinero para ayudar a los pobres.
La educación pública es una de las llaves para que los pobres puedan escapar a la pobreza, pero para ello es importante que su nivel de calidad sea similar al de las escuelas privadas. Recientemente, sin embargo, unos estudiantes paralizaron las normales rurales de Michoacán en un intento por impedir que se les obligara a aprender inglés y computación. Como ellos darán clases después en las escuelas rurales, se asegurarán así que los niños de las comunidades más pobres tampoco los aprendan.
En la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, una institución que a juicio de la propia rectora, la doctora Esther Orozco, ha cometido un "fraude educativo" al dar una instrucción de nivel deficiente, un pequeño grupo de maestros y alumnos ha detenido las actividades de la institución por los esfuerzos por mejorar la calidad de instrucción. Dicen estos activistas que la UACM no debe preparar a graduados para las empresas sino ciudadanos críticos, que es otra forma de decir activistas políticos. Con esto, sin embargo, se cierra una opción educativa, subsidiada por el gobierno del Distrito Federal, que permitiría a gente de escasos recursos obtener un mejor nivel de vida.
No, definitivamente ésta no es la izquierda con la que yo me identifico. Creo en una izquierda comprometida con el combate a la pobreza, no en una izquierda que quiere mantener o ampliar el número de pobres para seguir recibiendo dinero del gobierno y de fundaciones internacionales.
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