Pues llegó el domingo y el lunes y no hay resultados en el PRD, antes bien la crisis se profundiza y mientras los candidatos punteros y sus respectivas huestes continúan acusándose mutuamente, voces como la del Ing. Cárdenas insisten en que se anule el proceso. Salta a la vista que la ambición ya convertida en desesperación por hacerse del control del partido (y de su presupuesto) lo está llevando al umbral de su autodestrucción. ¿Con qué calidad moral AMLO y sus seguidores seguirán descalificando las elecciones del 2006? con qué autoridad moral pretenderá seguir convocando a cercar las instituciones? mejor harían en replantear sus siglas prescindiendo de la "D".
lunes, 24 de marzo de 2008
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