En el mítin que AMLO encabezó el pasado 24 de febrero y del que lo que más trascendió mediáticamente fueron las agresiones a los coordinadores parlamentarios del PRD, el propio excandidato presentó documentos que prueban el conflicto de intereses en que pudo haber incurido el hoy secretario de Gobernación. El 29 de diciembre de 2003 siendo Coordinador General de Asesoría y Enlace Institucional de la Secretaría de Energía firmó con Pemex un contrato para la transportación de derivados del petróleo. Un año antes, en diciembre de 2002 y siendo Presidente de la Comisión de Energía de la Cámara de diputados firmó su primer contrato con la paraestatal. Cuando enfrentó a la prensa en Los Cabos en el marco de la reunión para la Alianza para la Seguridad y Prosperidad de Amércia del Norte su defensa fue endeble y de hecho evasiva. Hay quien ya lo descarta como el hombre fuerte del Presidente y más aun, quien ya espera ver rodar su cabeza.
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