Nada hasta este momento permite descartar que el avionazo en que Juan Camilo Mouriño, Santiago Vasconcelos y otras seis personas más perdieron la vida haya sido un accidente, pero tampoco se puede descartar con evidencias que haya sido un atentado. En el contexto de una guerra declarada y frontal del Presidente Calderón a la delincuencia organizada, dos personajes vinculados con la seguridad nacional, uno de ellos el número dos en la estructura del gobierno federal y cercanísimo al Presidente Calderón, las amenazas que narcomantas han dirigido al mismísimo Presidente, el que el avión se haya caído en un día sin lluvia ni viento y según un testigo "con una colita de luz venía en picada y explotó", obligan a que la investigación sea lo más pulcra y acuciosa posible. Ya hay asesores británicos y norteamericanos apoyando a las autoridades mexicanas, estemos muy al pendiente.
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