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miércoles, 18 de agosto de 2010

"Déjanos señor honrar tu divina voluntad"



Nosotros, Señor, los niños huérfanos y las niñas huérfanas de México te rogamos:
Déjanos gozar la plenitud de nuestra orfandad.
Nuestros padres murieron porque fue tu Voluntad. Nuestros padres nos abandonaron porque fue tu Voluntad. Porque Tú así lo quisiste, nuestras madres fueron violadas por desconocidos a los que nunca volvieron a ver, y ellas nos arrojaron a un basurero o nos dejaron a las puertas de un Templo.
Déjanos, Señor, honrar tu Divina Voluntad.
Es nuestro privilegio.
No nos entregues a la adopción de parejas del mismo sexo. Por mucho amor que piensen darnos.
Por mucho amor que, de verdad, nos den.
Preferimos el desamor del abandono.
Preferimos el desamor de la indiferencia.
Es nuestro privilegio.
Preferimos, a tener dos padres amorosos o dos madres amorosas, vivir como vinimos a este mundo: sin un solo padre, sin una sola madre. Preferimos, a tener el amor toda la vida de dos hombres o dos mujeres de buenas intenciones y buena alma, no tener el amor de nadie desde siempre y para siempre.
Preferimos el desamor de la orfandad.
Déjanos, Señor, la libertad de vivir como huérfanos en un orfanatorio. De vestir como huérfanos, el uniforme del orfanatorio. De comer, como huérfanos, la miserable comida del orfanatorio. De dormir, como huérfanos, en los multitudinarios dormitorios de los orfanatorios. Déjanos, Señor, que cuando lleguemos a los albores de nuestra adolescencia nos echen a la calle, como a todos los huérfanos, del orfanatorio.
Es nuestro privilegio.
Así honramos tu Divina Voluntad.
Déjanos, Señor, quedarnos sin estudios, crecer sin moral y sin religión, sin nadie a quien aprendamos a amar, sin nadie que nos enseñe a amarte.
Déjanos ser niños de la calle, hombres de la calle, mujeres de la calle.
Déjanos disfrazarnos de payasos y malabaristas para malganarnos la vida en las esquinas.
Déjanos ser franeleros toda la vida. Déjanos ser mendigos.
Es nuestro privilegio.
Déjanos dedicarnos a limpiar los parabrisas de los automóviles.
Déjanos ser presa fácil del crimen y de la droga, del alcohol.
Déjanos ser criminales. Déjanos ser ladrones y narcos.
Déjanos caer muertos a los veinte años de una sobredosis.
Déjanos morir de hambre en un callejón, déjanos ser asesinados en la flor de nuestra juventud.
Déjanos vivir parte de nuestra orfandad en las cárceles.
Es nuestro privilegio.
Danos la oportunidad, como se la diste a nuestros padres biológicos, de fundar hogares que podamos destruir para poder tener hijos que, con su orfandad, sean el espejo de la orfandad de sus padres y de sus madres, de su crueldad, de su irresponsabilidad, de su desapego.
Déjanos, Señor, prostituirnos a los doce, a los trece, a los catorce años.
Déjanos, Señor, ser las putitas y los putitos de los proxenetas.
Déjanos, Señor, ser pasto de los pederastas en las escuelas, en tus templos.
Pero no nos des por guía a dos mujeres, o a dos hombres, aunque todos sean, como nosotros, tus hijos, y todos, como nosotros, seres humanos. Por mucho amor que nos prometan. Por mucho amor que nos tengan. Y así nos colmen con alegrías y comprensión. Así nos dignifiquen como pobres criaturas de Dios y por mucho amor que tengan a ti mismo. No merecen nuestro amor recíproco porque no merecen, siquiera, el tuyo.
Preferimos el desamor de la ausencia. Preferimos el desamor del olvido.
Pero si es tu Divina Voluntad, Señor, darnos un hogar y arrancarnos así el privilegio de no haberlo tenido, Señor, haz que las buenas familias cristianas de México que ya tienen hijos, nos adopten; haz que todas las parejas sin hijos de México, nos adopten. A todos, Señor. Cualquiera sea el color de nuestra piel. Así seamos blancos o indios, negros. Así estemos ciegos, o cojos, o mudos. Tú, si te lo propones, Señor, puedes hacerlo.
Diles a esas buenas familias cristianas que así aliviarán sus conciencias: evitándonos ser adoptados por parejas del mismo sexo.
No nos des dos padres o dos madres, Señor. Tú nos diste el frío de la ciudad y el silencio de la noche: los preferimos al calor de sus hogares y a la dulzura de sus palabras.
Y si nada de esto puedes hacer porque no lo quieres hacer, porque tu Divina y misteriosa e inescrutable Divina Voluntad se impone a tu Divina Omnipotencia, Señor, déjanos tranquilos.
Déjanos, así como nacimos parias, ser parias toda la vida para salvaguardar tu Voluntad. Déjanos crecer desprotegidos en el desamor de la intemperie, en la periferia de la sociedad, en el vacío del rechazo y el desdén.
Déjanos Tú, tú, el Señor sin cuya voluntad no se mueve la hoja de un árbol, déjanos, Señor, que como hojas nos arrastre el viento de la soledad y la derelicción.
Es nuestro privilegio: somos los privilegiados de la Tierra porque sabemos que, gracias a tu infinita Misericordia, le has prometido, a aquellos que en esta vida habitan un infierno, que en la otra vida serán ciudadanos del Reino de los Cielos.
Gracias, Señor.
Fernando del Paso

8 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Muy conmovedora plegaria! Por mi parte creo que es insuficiente la legislación que permite la adopción a los matrimonios de homosexuales. Incluso me parece insuficiente que les brinden todas las facilidades para hacerlo. Además deberían legislar para que dichas parejas reciban apoyo económico gubernamental, pues con la adopción harán una gran labor social.
Atentamente: Carlos Lacayo.

Martín Perales dijo...

HAHAHA, los niños están en verdad mejor en la calle que o donde sea que con un par de homosexuales pervertidos, que aunque quizás no los vayan a tratar mal el simple hecho de vivir con estos les puede traer problemas sicológicos y otros trastornos, no hay que olvidar que la homosexualidad es una perversión y nada más. No hay por que justificarla, ni protegerla. Y si estos niños que sufren son benditos porque a través de su sufrimiento se ganan el Reino de los Cielos BIENAVENTURADOS LOS QUE LLORAN, PORQUE ELLOS SERÁN CONSOLADOS.

Anónimo dijo...

Que triste kien escribio eso..
se ve que no es un huérfano ni un niño de la calle..

como puedes escribir eso.. como te atreves a hablar de esos niños que no tienen amor de nadie... hablando por ellos y diciendo ke prefieren estar en la calle malviviendo sin amor que con padres amorosos ..pero porque son del mismo sexo no...ke pena
simplemente no lo aceptes.. pero ke pena que escribas eso.

que cerrado de mente y de alma..

crees ke vna a estar mejor en la calle.. sin educacion.. siendo delincuentes?.. pero bueno


todos somos seres humanos..

Alfonso Romero dijo...

Amigo anónimo que usas la "k": Creo que no entendiste la ironía del texto de Fernando del Paso. Precisamente expresa lo absurdo de que haya quien se oponga a que los no heterosexuales adopten. Saludos.

Anónimo dijo...

Yo creo que la escencia del problema no es si los 'gay' son o no buenas presonas o si van o no a ayudar a la sociedad adoptando ninos que lo necesitan. NO! ese no es el punto el punto es si queremos vivir en un pais que acepta ese modo de vida como NORMAL. Y si es asi, entonces preguntate si cada uno de nosotros aceptamos vivir en un pais en donde puedes educar a tu hijo o a tu hija en que esta bien si quiere besar a otro niño o a otra niña y cuando sean grandes vivir juntos porque su pais les dara hasta credito para que se compren casa!. Si tu crees que puedes educar asi a tus hijos entonces vas por buen camino!. De lo contrari, si crees que no es lo tuyo, entonces hay que reconocer que eres de los los que TOLERAS pero No APOYAS su causa. Ese es el punto, el pleito no es los Gay Vs El gobierno, No! es los Gays contra la educacion en mi casa.

Anónimo dijo...

Lo mas gay que he visto es a los curitas con sus vestidos dando misa...lo mas gay que hay es una iglesia de hombres para hombres, lo mas gay que hay es un curita con sus chambelanes, perdon monaguillos, y lo mas ANTINATURAL es ver a un PEDERASTA HABLANDO DE POLITICA... Eso si es antinatural...

Blanca dijo...

La adopción es un derecho para cualquier persona, y si alguien homosexual es capaz de darle un hogar digno a un niño nadie tiene por qué negarle ese derecho.

No se puede decir que por mucho amor que haya en un hogar la homosexualidad siempre traerá problemas psicológicos a un niño. No nos equivoquemos, lo que verdaderamente le trae severas consecuencias a un niño es la violencia, la discriminación, la falta de educación.

En cambio, el amor de los padres (sin importar si son homosexuales o heterosexuales) fortalece los valores familiares y la seguridad de un niño en desarrollo.

http://historiayjusticia.blogspot.com/2010/08/homosexuales-adopcion.html

Anónimo dijo...

Que equivocado esta Usted Señor Fernando del Paso, entiendo su sentir porque dentro de la lógica pareciera injusto que los huérfanos sigan huérfanos y llenos de sufurmientos, pero quienes son los legisladores o nosotros mismos para cambiar las leyes de Dios y las leyes que por naturaleza son? No se si antes de hacer su meditación pensó en como le afectará a un niño ver que su papá está teniendo sexo con su otro papá, el saber como a sus hijos pequeños si es que los tiene Usted le afectará ver que la homosexualidad es algo normal, se ha preguntado Usted por qué hay tanto adicto al tabaco y al alcohol en el mundo? sabe por qué? porque es algo legal, algo permitido, lo mismo sucederá con el homosexualismo, habrá más depravación porque será algo "normal" para el ciudadano mexicano pero no es algo normal para Dios, la Biblia dice claramente que la homosexualidad es abominación para Dios, y de la palabra griega de la cual deriva abominación también se traduce como asco; es decir, eso es algo asqueroso para Dios...y aquí no se trata de fanatismo, no se trata de intolerancia, se trata de defender lo que por naturaleza dio Dios y creó Dios, mi expresión simplemente es la expresión del dolor que provoca el ver a una generación tan degradada, no es homofobia, es dolor, es importencia, es desesperación de pensar en qué será de nosotros en 10 o 20 años, se permitirá la pedofilia? la zoofilia? me va a decir ay no como crees, eso es aberrante, eso es ilógico, es asqueroso, pregunte Usted a sus abuelos si alguna vez imaginaron si el matromonio entre homosexuales o la adopción por parte de éstos se permitiría, le aseguro que le dirán que no, pues es lo mismo que pasará con las demás perversiones, cada día estaremos peor, por defender y pelear por lo que algunos creen que es igualdad de derechos, justicia social, no racismo, no denigración, no exclusión...por último piense en esto Señor Fernando del Paso, tan antinatura es la homosexualidad que ni los animales la practican...un saludo